El Ayuntamiento de la localidad saca a concurso la gestión de las instalaciones del Cara Norte por un período de tres años
El Ayuntamiento de Guardo ha sacado a licitación el contrato de gestión del albergue municipal de la localidad, ubicado en los antiguos comedores de Erkimia, rehabilitados hace unos años, en concreto en 2014, para darles este uso dotacional y turístico.
Así, ha puesto como precio mínimo al que deben someterse los posibles gestores el de 423,50 euros al mes (iva incluido) hasta llegar a unos 15.246,00 € que es dinero que, como mínimo, el adjudicatario tendrá que pagar al Ayuntamiento de Guardo a lo largo de los tres años que durará la concesión del establecimiento, denominado Cara Norte.
Un establecimiento que cuenta, como señala la web del Consistorio de Guardo, con 59 plazas (camas) distribuidas en habitaciones de 10, 6 y 5 camas.
Se trata de un edificio con una superficie de 1.175 metros cuadrados divididos en dos plantas y con una parcela incluida que multiplica por 10 esa superficie.
Además de las condiciones económicas, el Ayuntamiento pone la condición de que una vez se inicie la actividad, esta deberá ser continua los 365 días del año, así como que el horario de funcionamiento tendrá que adecuarse a las necesidades de los usuarios que pueden ser desde grupos concertados a peregrinos del Camino Olvidado.
No en vano, el Ayuntamiento de Guardo, en su página promociona este albergue como un punto “obligado de paso del Camino Olvidado a Santiago o Viejo Camino, reconocido como camino histórico por la Junta de Castilla y León en el año 2020”.
El Ayuntamiento da la posibilidad al adjudicatario a realizar actividades paralelas compatibles con la explotación del albergue, pero no la subrogación del arriendo.
Reparaciones.
El posible adjudicatario tendrá que hacerse cargo de los gastos energéticos y de agua, así como de las reparaciones ordinarias. Para empezar, las de los desperfectos que el propio Consistorio destaca, como el abombamiento de una parte del suelo de la zona reservada para personas con movilidad reducida, unas humedades en una pared de la planta baja, una bisagra rota en una puerta y una parte descosida en uno de los sofás.
Por contra, el adjudicatario no tendrá que aportar apenas mobiliario al estar prácticamente dotado el albergue, incluso en la parte de la cocina, con electrodomésticos industriales y menaje suficiente.
El albergue se encuentra en una zona en la que el Ayuntamiento pretende crear un polo turístico, cerca de las instalaciones en las que se trabaja para convertirlas en una nueva zona de aparcamiento y estacionamiento de autocaravanas.
