Inicio de la Aguilar-Burgos en la capital burgalesa. / ICAL
Inicio de la Aguilar-Burgos en la capital burgalesa. / ICAL

Transportes analiza las ofertas para encargar la construcción del tramo Quintanaortuño-Montorio de la A-73 en Burgos

J.A. / ICAL

Trece constructoras, algunas en alianza con otras empresas, pelean por la mayor inversión en carreteras que está en liza en Castilla y León. Han presentado ofertas entre los 104,4 y los 109,9 millones para hacerse con la construcción del tramo Quintanaortuño-Montorio de la Autovía (A-73) entre Burgos y Aguilar de Campoo, que salió a concurso a principios de año en 126,87 millones de euros (IVA incluido), con un plazo de ejecución de 36 meses (tres años).

La empresa mejor posicionada en cuanto a puntuación técnica en este macroconcurso es Sacyr, según la documentación a la que tuvo acceso Ical, si bien por presupuesto la oferta más baja corresponde a ASCH Infraestructuras y Servicios-Extraco, Construccions e Proxectos SA. También Ferrovial ha entrado en solitario por la pugna por estas obras.

Las ofertas, que se acaban de abrir por la Mesa de Contratación, tendrán que ser examinadas para que se formule una propuesta de adjudicación, que en cualquier caso superará los 100 millones. Tras confirmarse la adjudicación, se producirá en las próximas semanas la formalización del contrato con la constructora o grupo de empresas seleccionado, lo que despejará el camino para unas obras que tienen un horizonte de tres años.

El expediente arrancó su periplo administrativo el 20 de diciembre con la autorización del Consejo de Ministros a este contrato de 128,13 millones de euros, que saltó el día de Año Nuevo a la Plataforma de Contratación del Estado, con el fin de que las empresas presentaran sus propuestas hasta el 17 de febrero. Con ello se cumplía la promesa de la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Raquel Sánchez, en sus visitas a Burgos.

Este tramo, con el que el Ministerio se ahorrará unos 20 millones en relación al presupuesto de licitación, constituye la prolongación del tramo Burgos-Quintanaortuño en la A-73, y supone un hito más en el impulso a esta autovía, cuyo tramo Pedrosa de Valdelucio-Báscones de Valdivia se puso en servicio a finales de 2021, en las provincias Burgos y Palencia.

Esta próxima adjudicación completa una larga tramitación, que comenzó en 2008 con el encargo de redacción del proyecto de trazado y construcción, que no fue aprobado de forma provisional hasta una década después, periodo en el que también se realizaron las expropiaciones de los terrenos, que ahora se han retomado de nuevo.

En el verano pasado, a principios de agosto, el Ministerio de Transportes aprobó el expediente de información pública y definitivamente el proyecto de construcción del tramo, que ahora espera la adjudicación, una vez se han actualizado los precios, para lo que el Ministerio encargó una adenda, que elaboró Tecopy.

Burgos mira al Cantábrico

La A-73, según el Gobierno, contribuirá a mejorar la comunicación de la zona oriental de Castilla y León con Cantabria y el corredor Cantábrico, que conectará, en su extremo inicial con la circunvalación de Burgos, BU-30, y enlazará en su extremo final con la autovía A-67 Cantabria-Meseta, en su tramo en variante de Aguilar de Campoo.

Esta autovía cuenta con casi 23 kilómetros en servicio en dos tramos. El primero se abrió a la circulación en junio de 2013. Fueron los 10,5 kilómetros entre la Variante de Quintanilla de Vivar y Quintanaortuño, en tierras burgalesas. Las obras se contrataron en 2008, pero no se remataron hasta cinco años después, tras una inversión superior a los 48 millones.

No fue hasta ocho años después, en noviembre de 2021, cuando la A-73 sumó otros 12,2 kilómetros a caballo entre las provincias de Palencia y Burgos, entre Báscones de Valdivia y Pedrosa de Valdelucio, tras ejecutarse una inversión de 55,5 millones.

Características

El trazado del tramo Quintanaortuño-Montorio se inicia en el enlace de Quintanaortuño, dando continuidad al tramo en servicio de la A-73 Variante de Quintanilla de Vivar (Burgos)-Quintanaortuño y discurre separándose de la N-627 hacia el noroeste, alejándose del núcleo urbano de Ubierna. Asimismo, se ha previsto una conexión provisional con la N-627 al final del tramo.

Incluye un viaducto sobre el río Ubierna, tres pasos superiores, ocho pasos inferiores y un ecoducto sobre la traza de la autovía. Además, se disponen caminos paralelos a la traza para el acceso a las fincas colindantes y el mantenimiento de la permeabilidad transversal.
Además, para minimizar el impacto ambiental, se ha ajustado el trazado de la autovía hacia la vertiente oeste, minimizado el volumen de material excavado y el de préstamos y vertederos.

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