De izquierda a derecha, Félix Velasco y Javier Gómez posan con un ejemplar de 'Las familias de la Olmeda' / R.L.

El dibujante Félix Velasco, el guionista Javier Gómez y el arqueólogo Jaime Gutiérrez recrean por medio de esta novela gráfica algunos de los momentos que pudieron ocurrir en este famoso vestigio de otro imperio

Nos metemos en las tripas de ACUP, la Asociación Cultural Universitaria Palentina, donde allá por el año 1991 nació la llamada Comisión de Cómic, en la que un grupo de jóvenes entusiastas del mundo del tebeo comenzaron a coleccionar cómics y a compartir experiencias entre amigos.

Algo más “talluditos” se encuentran ahora esos entusiastas del noveno arte -que no por ser el el último es el menos importante-, pero igual de emocionados con la posibilidad de divulgar este mundo al resto de la sociedad. De aquella extinta comisión salieron algunos de los nombres más conocidos y reconocidos en el mundo de la novela gráfica como el dibujante palentino Félix Ruiz, Iván Huerta o Félix Velasco.

Este último se ha unido al escritor y guionista Javier Gómez y al arqueólogo Jaime Gutiérrez para dar forma a ‘Las familias de la Olmeda. Honestiores y Homiliores’, un gran trabajo artístico editado por la Diputación de Palencia, el cual nos brinda la oportunidad de viajar a la época del Imperio Romano y fantasear sobre cómo podrían ser las vidas de aquellos que vivieron en la conocida vivienda.

Los autores de ‘Cosmita’, otra obra referencia de cómic histórico y palentino atienden a Palencia en la Red y charlamos sobre su última creación, la situación del cómic en España y futuros proyectos.

Portada ‘Las familias de la Olmeda’ / Tebeosfera

Pregunta: ¿Cómo surge este proyecto?

Félix Velasco: La semilla inicial de este proyecto fue hace casi 10 años, cuando me ofrecieron la oportunidad de hacer este cómic, que luego se malogró por diversos motivos. Y hace casi dos años volvió a surgir la ocasión con un emprendedor (Pencho, de Rotary) y, junto con la Diputación de Palencia, con la que contactamos desde el principio. A mí la idea me gustaba, porque me dedico al cómic histórico. Yo he trabajado, sobre todo, en el cómic prehistórico, que es lo que me fascina, pero quería dar un salto y meterme en otras épocas para meter otros elementos como arquitectura o ropajes, era un desafío para mí. Y lo realizamos en varios formatos narrativos: hay una historieta, un relato ilustrado y se complementan con un texto arqueológico. Al final, la Diputación fue la que decidió financiar el proyecto.

P: ¿Qué era lo que queríais destacar a nivel creativo? Porque aquí se juntan diferentes formatos

Javier Gómez: Es algo que comentamos desde las primeras entrevistas que tuvimos con Pencho. Félix y yo somos como siameses, nos complementamos el uno al otro. Él tiene ideas muy brillantes en dibujo y yo aporto otras de guion. Y, en lugar de hacer solo dos cómics como hicimos en ‘Cosmita’ o en ‘Ursa’, pensamos en hacer en esta ocasión un cómic al uso y un relato ilustrado. Así, combinamos la participación histórica de la época de esplendor de la Villa la Olmeda con cuestiones de ficción, pero respetando mucho el entorno y la historia. Así fue como empezamos a trabajar y a complementar todos estos aspectos.

FV: Desde casi el principio vi que, como íbamos a realizar dos narraciones, era interesante situarlas en dos épocas diferentes de la Olmeda. La de esplendor, como ha comentado Javi, que es la del emperador Teodosio, pero a mí me llamaba mucho la atención la del emperador Constantino y quise ubicar mi cómic en esta época, aunque no fuera la de mayor esplendor y porque quería enmarcarlo dentro de una gran historia. Porque lo que contamos aquí no son grandes historias, se trata de mostrar cómo vivían y que hubiese un gancho con las dos épocas.

JG: Hemos contemplado las historias de esclavos, del ejército, pero también representar el propio Imperio Romano, que se dividió con Teodosio y sus hijos, así como el Cristianismo, que en esos momentos ya era Catolicismo. La conjunción de todos estos elementos, personajes, naturaleza, deportes, juegos o la caza…todo eso ha conformado un relato verídico, pero que no fuera excesivamente complicado, que no fuera para eruditos y que lo pudiera disfrutar la gente a partir de cierta edad. Y la edición ha respetado todo esto.

P: Fijándonos en el dibujo, sorprende la elección del blanco y negro y algunos planos picados, como buscando la profundidad

FV: La elección del blanco y negro última es, sencillamente, por la falta de tiempo. Porque la creación del cómic ha sido un poco accidentada y, al final, solo teníamos un año para terminarlo. Yo no me dedico como profesional al cómic y, por un lado no tenía tiempo para colorear y, por otro, yo soy dibujante de blanco y negro; es lo que más me gusta. Y, luego, con el coste, porque con el color se habría triplicado. En cualquier caso, la experiencia que tenemos con nuestros anteriores cómics prehistóricos y arqueológicos es que el blanco y negro no es un problema, ni siquiera a los niños les echa para atrás. Así que, orgullos de que haya salido este formato y de que sea bien aceptado por la gente.

Imagen del ‘Las familias de la Olmeda / Tebeosfera

JG: Aunque, si nos propusieran hacerlo en color, también lo haríamos (risas)

FV: Con tiempo. Y, sobre la otra pregunta, los picados y contrapicados son para darle dinamismo a la narración del cómic y un reto para mí, para crecer como dibujante, porque no suelo hacerlo y he querido meter un picado como el de la página 7, que es una escena de caza que ocupa toda la página. Quería en una sola viñeta/página meter muchos elementos y la mejor forma de hacerlo es metiendo profundidad, como has dicho, si lo metes frontal, no salen tantos elementos. Dinamismo narrativo e incluir elementos.

P: Da también la sensación de que se acaban entremezclando las historias, aunque no tengan que ver, pero sigue habiendo un hilo conductor

JG: A mí siempre me ha gustado la poesía, el guion, las novelas, el teatro y me metí en los tebeos hace no mucho, cuando empezamos con ‘Cosmita’. Juntos hemos dialogado sobre cuestiones que podías aplicar y, al final, van quedando. Teniendo en cuenta que no somos profesionales y trabajamos manualmente. No usamos tablet, por ejemplo, que quedaría todo mucho mejor. Pero, lo importante es lo que subsiste en el mensaje: la claridad, la sencillez y la limpieza en el mensaje. También es riguroso, por la parte arqueológica de Jaime Gutiérrez. Pero lo importante es que sea didáctico y divulgativo.

Los asistentes al Congreso de CLABE disfrutaron de los encantos de la provincia de Palencia

P: Hace poco, con motivo del XVIII Congreso de CLABE, los ponentes pudieron asistir a una visita por la Villa Romana la Olmeda. ¿Qué pasaría si los personajes del cómic cobraran vida y pudieran ser ellos los que contaran la historia?

JG: Es una gran idea que trasladamos a la Diputación y podrían llevar a cabo en cualquiera de las dos historias. Ahora, en cualquier lugar, la imagen es más llamativa. Si cuentas una historia, que además puede ser verdad. Por ejemplo, no sé si hubo un hipódromo, me lo saqué de la chistera, pero puede ser que lo hubiera, como otras cosas. Sería bueno que se lleve a la teatralización estos elementos. Porque esto es un homenaje a todo aquello.

P: Vivimos en una época dorada en el cómic, incluso en la primera página del cómic hacéis referencia a ello, ¿tenéis realmente esa sensación?

FV: Este es un tema un tanto polémico. Hay que distinguir: para el lector y la gente que está fuera de la industria es un gran momento, efectivamente, porque se ha dignificado en cómic. Estamos en ACUP, donde empezó la comisión hace 30 años con 15 chavales de Palencia porque nos gustaba, pero también para que dejara de ser visto como algo para niños. Y eso sí es algo que hemos conseguido. Porque desde hace 15, 20 años, coincidiendo más o menos con el premio nacional de Paco Roca en 2007 y el boom de su obra ‘Arrugas’, al menos está reconocido. Te voy a contar una anécdota: cuando nosotros empezamos, el cómic solo salía en las noticias cuando Superman se moría o Spiderman se casaba en las historias. No había autores y, encima, eran tonterías de noticias. Ahora, la noticia es Carlos Jiménez termina ‘Paracuellos’, Paco Roca estrena nueva obra, David Aja gana 5 Premios Eisner o, la última conquista, Marjane Satrapi, autora de ‘Persépolis’, Premio Princesa de Asturias. Pero, cuando hablas con los autores españoles, te dicen que no, que la industria sigue siendo igual de precaria que hace años. Después del boom de los 80, hubo una bofetada de realidad y los autores españoles tuvieron que emigrar. Por lo que, para la dignificación del cómic y los lectores, vivimos una gran época: para los autores, no tanto.

JG: Diría que incluso lo vivimos en la Escuela de Arte, que hicimos varios números, el último en la pandemia y nadie creía en ello. Ahora, tienen una asignatura que se llama Ilustración, una de las partes fundamentales del cómic y fue porque tanto los dos Félix (Velasco y Ruiz, dubujantes) y Guillermo (Villaverde, miembro de la comisión de cómic de ACUP), estuvieron conmigo y ahora me reclamaban desde la escuela, pero no podía estar a todo. Precisamente, a lo que más se apuntaban era a cómic. Incluso en la temática de los tebeos hemos hecho avances. Este que hemos hecho de la Villa Romana la Olmeda no se habría podido hacer y ahora se plantea y se acepta. También de deportes o de la vida de Platón. Yo lo decía en el último libro publicado de poemas: el cómic es el noveno arte, pero no por ser el último es el menos importante.

FV: El problema es la industria. No hay una industria de cómic produciendo material nacional. Hay muchísimas editoriales, el sector está atomizado, se producen muchos títulos, pero con tiradas muy pequeñas y a los autores, lo que hacen las grandes editoriales es comprar los derechos en lugar de producirlos propios, por lo que tienen que emigrar: tenemos unos 50 o más autores en EEUU y otros tantos en el mercado franco belga, pero viviendo solo del cómic en España, ahora que ha muerto Ibáñez, quizá solo Paco Roca.

Contraportada de ‘Las familias de la Olmeda’ / Tebeosfera

JG: Es una cuestión que también va añadida a cuestiones de cine. Si este tebeo, por ejemplo, tiene un traslado en el cine como ocurre en EEUU con los super héroes, aquí, salvo los típicos que hemos tenido, no se suelen llevar al cine. Por eso es importante ahondar en que quizá la historia también se puede llevar a otros formatos.

P: ¿Qué futuros proyectos tienen estos autores palentinos?

FV: Hay algo que podemos contar y es que, Cosmita, el niño sordo de la época prehistórica de hace 35.000 años, todo el mundo sabe que íbamos a seguir con él.

JG: Nos interesan mucho las cuestiones sociales. En este caso, el personaje es sordo, pero podría ser ciego/sordo u otras serie de características relacionados con la salud mental, por ejemplo. Pero queremos que los niños, sobre todo, tengan en cuenta que Cosmita podría hacer reflexionar a la sociedad actual, no solamente con lo que pasaban en ese momento, sino también ahora. Lo haremos con algunos dibujantes extraordinarios. Y va en la línea de hacer algo comunicativo, participativo e interesante un tema y transparente con propuestas innovadoras, nos gusta cambiar cosas porque los dos hemos evolucionado muchísimo, yo no tanto en ilustración, porque soy más de cuadros-poesías y de otro tipo de pintura.

FV: Sería esta vez por medio del formato del cuento y así darle otra vida a este personaje de cómic, que es otro de los fenómenos, junto al mundo del cómic, como es la literatura infantil y ahora se está dando más visibilidad a los ilustradores de la literatura infantil.

JG: Yo solo quería apuntar que hemos hablado de Cosmita, que era sordo, y yo estoy experimentando esos problemas. Y quisiera agradecer que otras publicaciones puedan ir dirigidas a otros ámbitos como los que ocupan asociaciones en Palencia que hacen otros proyectos que, sin ser de cómic, como hace FEAFES, con quienes yo trabajo, permiten ayudar mucho en estos campos físicos y cognitivos. Y se lo quiero agradecer, también.

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