Imagen de archivo del encuentro de jóvenes investigadores Young Foresters Meeting en el Campus de Palencia

La altura de los matorrales dependerá de la presencia equilibrada de las comunidades de microinvertebrados que habitan en su suelo

Según revela la estudiante del Máster en Gestión Forestal Basada en Ciencia de Datos (DATAFOREST), Cristina Rodríguez en su TFM la presencia y variedad de estos animales de menos de dos milímetros actúan como bioindicadores de la salud del ecosistema.

Cuando se habla de conservar la biodiversidad, siempre se tiende a pensar en selvas tropicales o arrecifes de coral, sin embargo, existen puntos calientes de biodiversidad que han pasado muy desapercibidos, como el suelo de los matorrales mediterráneos. Bajo nuestros pies viven miles de microorganismos y fauna invertebrada que ocupan la hojarasca y los espacios del suelo a diferentes profundidades, formando un ecosistema único y desconocido.

Estos microinvertebrados con un tamaño inferior a dos milímetros, entre los que se encuentran ácaros, colémbolos y pequeños milpiés, forman comunidades complejas que cambian en función de las características del suelo, indicando el grado de desarrollo de este y su calidad, desde el punto de vista agronómico y de conservación.

“La presencia de estos microinvertebrados en el suelo, puede dar pistas de su estado de conservación, ya que estos organismos actúan como un bioindicador de la salud del ecosistema”, tal y como concluye Cristina Rodríguez, estudiante del Máster en Gestión Forestal Basada en Ciencia de Datos (DATAFOREST) de la Universidad de Valladolid, en su Trabajo Fin de Máster, para el que analizó el suelo del bosque Monte el Viejo (Palencia).

El trabajo realizado con el objetivo de conocer el papel del arbolado y el matorral en el desarrollo de estas comunidades de microinvertebrados que habitan en el suelo, ha permitido identificar una gran variedad de los organismos que lo colonizan en tres hábitats diferentes: pradera procedente de abandono agrícola, matorral mediterráneo y bosque joven de quejigo.”El estudio ha revelado que la altura de matorral está relacionada con la equitatividad de las comunidades de microinvertebrados de suelo. Esto significa que un matorral más desarrollado parece generar condiciones que favorecen que distintos grupos de invertebrados vayan asentándose, evitando que algunos grupos más generalistas desplacen a otros más escasos” explica Jordán Muñoz-Adalia, profesor del área de Zoología en el Campus de la UVa en Palencia y uno de los tutores del trabajo.

“Estudiar esta comunidad es esencial para entender el funcionamiento del ecosistema completo pues estos organismos se ocupan de procesar la materia orgánica, reciclar los nutrientes y mejorar la estructura del suelo” aclara Mercedes Fernández, también profesora del área de Zoología y cotutora del TFM.

Este trabajo se enmarca en una de las líneas de investigación que mantiene el Grupo de Investigación Reconocida (GIR) Ecología y Conservación de Flora y Fauna, de la UVa, centrada en el análisis y seguimiento de la restauración ambiental basada en organismos indicadores.

El Máster en Gestión Forestal Basada en Ciencia de Datos (DATAFOREST) se imparte en la E.T.S. de Ingenierías Agrarias del Campus de la UVa en Palencia.

-Publicidad-

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingresa tu comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí