Viales de convivencia en Palencia: ¿Pasos de peatones? Obligatorios, no; recomendables…

La nueva movilidad que se está imponiendo en la ciudad genera dudas entre los conductores, por las limitaciones que les suponen, y los peatones, por los derechos que no conocen

Las transiciones no son nunca fáciles y siempre hay quien saca flecos y pegas años después de considerarse terminadas. El paso de la peseta al euro, de la dictadura a la democracia, las diferentes sagas de Stars Wars…

Una de esas difíciles transiciones se está viviendo en la movilidad de las ciudades. Y en Palencia, aunque vamos con años de retraso con respecto a otras, la llegada de los fondos europeos y los fondos Next Generation han acelerado esta transición.

Y los palentinos, poco acostumbrados a los cambios, nos encontramos con situaciones que no entendemos. Que nos inquietan, que nos sacan de nuestra zona de confort.

A finales de mayo, si no recuerdo mal justo antes de las elecciones municipales, se acabó de ejecutar el nuevo pavimento de la calle Eduardo Dato. Ese que elevó la calzada al mismo nivel que la acera para crear lo que se ha dado en llamar Vial de Convivencia. Además de las críticas o aplausos por cómo había quedado esta calle, el tramo final de Antonio Maura, y la perpendicular de ambas, Padre Higinio Aparicio, tratadas de la misma forma; comenzaron a gestarse dudas entre los palentinos. ¿Dónde están los pasos de peatones que antes estaban, incluso uno de ellos a la puerta de un colegio?

Hay quien en redes sociales ironizó sobre el hecho de que rápidamente se pintó “la zona azul”. Y ¿por qué en Antonio Maura sí se han respetado y en Eduardo Dato no?

A tal punto han llegado las dudas que hace unos días la Asociación de Vecinos de San Pablo y Santa Marina tuvo que preguntar en el Ayuntamiento dónde estaba esos pasos de peatones desaparecidos y esta es la respuesta que hizo pública.

En efecto, la señalización de esa calle con la señal S-28, la azul donde aparecen niños jugando, peatones, una casa y un coche, significa que esa vía es una calle residencial. Tal y como explica la DGT, una calle residencial (llamada ahora vial de convivencia, porque tienen que convivir los vehículos con los peatones) es “una zona que está destinada en primer lugar a los peatones”.

Una calle para peatones

Es decir. Es una calle para peatones, donde los vehículos son invitados y deben amoldarse al tránsito de los peatones que tienen preferencia aunque eso sí, como señala la DGT, una cosa es hacer uso de toda la calle, incluso con juegos, y otra “estorbar inútilmente la circulación”

Dicho lo cual, efectivamente en Eduardo Dato ni en ningún otro vial de convivencia de la ciudad se hace necesario el pintado de pasos de peatones, pues toda la calle es un paso de peatones.

El problema es que los vehículos entran en el viario de convivencia en el mismo punto donde antes había un paso de cebra. Sin transición, porque este proyecto iba vinculado a la segunda fase de la reforma de Jardinillos, que no llegó a ejecutarse y que llevaría a los vehículos desde la glorieta de la Plaza de León hasta este punto ya a la misma altura que la acera, y habría unos metros para acostumbrarse al nuevo paradigma de la movilidad urbana.

Y en Antonio Maura, los pasos de peatones están inmediatamente antes e inmediatamente después de que la calle se convierta en vial de convivencia. De hecho, los pasos de peatones están a distinto nivel (más bajos) que el resto de la calle.

Costumbre

Otra cosa es que peatones y conductores, en cada momento una cosa, somos duros de mollera y animales de costumbre y necesitamos una transición sosegada del “el vehículo tiene prioridad” al “peatón ‘rules’, el peatón manda”.

Así que no estaría de más, hacer más patente el hecho de que en estos viales los peatones tienen la prioridad hasta que poco a poco se asuma por parte de todos. ¿La forma? Una mayor señalización vertical o al menos más explicativa, o el pintado de pasos de peatones (no de cebra) en varios puntos de esas calles confiando en que poco a poco, al ritmo de que se vayan borrando por el paso de los vehículos y peatones, se vaya inculcando en los palentinos el significado de viario de convivencia.

¿Son obligatorios? No. Recomendables, seguramente. En todo caso, en la propia ciudad de Palencia nos encontramos con ejemplos que unen la vieja movilidad con la nueva. Por ejemplo en la Calle Mayor Antigua, acabada de ejecutar hace unas semanas, incluso más tarde que Eduardo Dato.

En ella se han colocado la nueva señalización de viario de convivencia, con la limitación de 20 km/h, pero a su vez, en la calzada y en este caso por medio de adoquines quedan señalizados varios pasos de peatones. Tanto al inicio del tramo como en las zonas intermedias. Y eso que como en Eduardo Dato, Antonio Maura y P. Higinio Aparicio, los peatones mandan y los vehículos son los invitados.

Un ejemplo que podría extenderse en pro de una movilidad no solo más sostenible, sino más segura para todos los usuarios.

Y sino, siempre quedará la posibilidad de marcar estas calzadas de una forma diferente, llamativa, para que sepamos que son un lugar diferentes. Como se hizo en León… pero en vez de leones se podrían poner Cristos del Otero de colorines… Luego, los que circulamos en moto ya nos echaríamos unas risas cuando llueva.