Inicio de la cola de reparto del roscón.

Las 7.500 raciones del tradicional Roscón de Palencia se tardaron en acabarse 75 minutos

Óscar Herrero

Las tradiciones están para cumplirse. Y la del Roscón de Reyes en Palencia, la de comer el entregado por el Ayuntamiento, es una de ellas. Y a fe que los palentinos han cumplido hoy con ella. Porque la Plaza Mayor volvió a llenarse de palentinos y visitantes que se congregaron para consumir esta dádiva municipal. “Están repartiendo algo como un roscón“, explicaba extrañada a su móvil una joven un poco despistada, poco después de las 18 horas, cuando comenzó el reparto.

No hubo pistoletazo de salida. Simplemente cuando el conjunto campanero del reloj del Ayuntamiento dejó de interpretar el villancico de las seis de la tarde, los munícipes comenzaron a repartir roscón a diestro, siniestro y centro. Porque prácticamente todos los grupos municipales del Ayuntamiento de Palencia estuvieron representados en este reparto, entregando a los ciudadanos las 7.500 raciones preparadas por la Pastelería Polo. “¿Cómo lo quieres, con fruta o sin ella?” ofrecía el alcalde, Mario Simón, a unos jóvenes. “Feliz año”, acompañaba el teniente de alcalde Alfonso Polanco toda entrega de roscón.

Frente a ellos nacía/moría una cola dirigida por los voluntarios de Protección Civil y que no encontraba su cabecera hasta muy lejos de la Plaza Mayor. “¿Pero dónde acaba esto?”, se sorprendía un padre de familia que había acudido directamente a la Plaza Mayor, mientras salía del ágora palentino en pos de un lugar en la cola. Y se sorprendía en la travesía del Secretario Vázquez. Lejos, muy lejos de donde tendría que acudir. “Llega la cola a Correos”, explicaba a sus compañeros de reparto la concejal Charo García.

Porque hasta ese punto, a más de 300 metros del lugar donde se entregaban los cachos de roscón, tenían que acudir los palentinos para tomar la vez. “¿Pero no tenéis para comprarlo?”, cuestionaba una mujer a la muchedumbre mientras paseaba por la Calle Mayor.  “¿Tú crees que merece la pena?”, le preguntaba un abuelo a su nieto ante la mirada del niño queriéndole decir ¿Tú qué crees, abuelo?. Porque todo sea dicho, las múltiples manos para repartir las raciones hicieron que la cola fuera bastante rápida y fluida.

A un ritmo de 100 raciones por minuto y unos 75 minutos después que el alcalde de Palencia, Mario Simón, flanqueado por el concejal de Hacienda, Luis Miguel Cárcel, y la de Cultura, Turismo y Fiestas, Laura Lombraña, arrancara la entrega, el dulce recordatorio de que estamos en Navidad se acabó.

Pero no los actos navideños de Palencia aunque, sin duda, este será uno de los que mejor recuerdo deje en los paladares palentinos pese a que todavía hay quien siga con la sempiterna queja de que “no tiene relleno”.

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