ACB Photo - Víctor Quintana

Los palentinos se quedaron sin Pasecniks por faltas toda la primera parte y sin gasolina en el último cuarto en un partido en el que el Obradorio se jugaba la vida

Estadísticas del partido

Fue el Obradoiro el que le dio recibimiento al Zunder Palencia a la ACB, con la mano abierta… El equipo palentino abrió en Santiago su penitencia, pero también su jubileo de esta temporada histórica en la ACB y hoy la ha acabado en casa ante un Obradoiro que estuvo acompañado de cientos de aficionados.

Y si duro fue el recibimiento a la Liga, dura fue la entrada que sufrió el Zunder Palencia en su último encuentro en la ACB como local.

Porque la intensidad con la que arrancó el Obra, necesitado a más no poder de una victoria, fue muy alta. O el juego de los morados demasiado manso. Sin garra. Los rebotes se lo levaban todos Pustovyi y compañía. Aunque las prisas de los gallegos hacían mella. Tanto que no anotaron hasta el pasado un minuto y medio de juego.

(Galería) Hasta pronto, ACB

Pero entonces entró la carrerilla de los visitantes, con la temprana exclusión del partido por dos faltas del MVP palentino, Pasecnicks, para poner el 2-8.

A Zunder Palencia parece que le vienen bien los parones en el juego. Esta vez unos minutos por el fallo en la cara de uno de los marcadores de tiempo sobre la canasta. Una mini reacción que llevó el marcador al 6-10.

Marcador muy corto para los locales que habían fallado mediado el cuarto seis de sus ocho tiros de campo. Eso y un excesivo celo de los árbitros cuando defendía (o incluso atacaba) el Zunder; con la vista un poco más distraída cuando los protagonistas eran Pustovyi o Blazevic.

Pero las cosas empezaron a no salirle al Obradoiro y sí le entraron al Zunder que, en un pis pas, se colocó por encima con dos triples consecutivos de Hands. 14-12 y tiempo muerto de Moncho Fernández.

Tiempo muerto efectivo porque llevó a los gallegos a ponerse momentáneamente por encima tras una jugada de esas en las que Pustovyi jugó al límite en ataque.

Pero ya no cogía los rebotes tan fácil el Obradoiro, y con la entrada de Chema, por Harms en la rotación de altos, el Zunder pudo defender algo mejor. Era el ataque el que no carburaba. 3 de 7 en tiros de dos, 3 de 8 en los de tres.

Con todo al final del cuarto, 17-19 con solo tres faltas pitadas a los santiagueses. Resultado con incertidumbre, porque el triple que logró lanzar Frankamp sobre la bocina fue revisado y, como suele ser habitual, negado al Zunder.

Segundo cuarto.

Ubal fue el encargado de abrir el marcador de los morados desde el triple, que fue contestado por Timma, pero sin éxito. Chema demostró el buen estado en el que está, robando para el contraataque y el mate de Kamba y de nuevo Ubal provocó una falta en ataque para poner el 22-19.

Pero apareció Howard, otro Howard, para aguarle la fiesta a los palentinos y colocar la igualada. El Zunder, sin referente atacante dentro, buscaba el camino del triple para anotar.  No siempre con suerte. Pero las sensaciones de su equipo, con un 27-24 no le gustaron al técnico gallego que pidió su segundo tiempo.

Dio entrada Guil a la pareja holandesa, con Van der Vuurst, y Haarms, pero el pívot, sacado de quicio por el juego de Pustovyi, que arrancaba faltas y faltas a los defensores palentinos, se marchó rápido al banco.

El juego se embarró con más corazón que otra cosa, con demasiada precipitación tanto en unos por tratar de marcharse en el marcador por la vía rápida y tiros precipitados, o por tratar de agarrarse a la ACB por parte de los de Santiago.

Con tres arriba para los morados, los árbitros, tras mucha revisión del Instant Repaly, le pitaron técnica a Van der Vuurst, que acababa de recibir una falta personal del Blazevic. Pero los palentinos volvieron a confiar en ellos mismos, a jugar con velocidad, a poner, si no técnica sí orgullo, como Chema que fue coreado varias veces por la grada. En cambio, al Obradoiro le embargaban las dudas.

Al descanso, 38-33, tras desperdiciar los palentinos la última posición tras tiempo muerto.

Tercer cuarto

Inédito casi en el partido Pasecniks, por sus tempranas faltas, el equipo comenzó a buscarle ahora como referencia en el interior. Ya había dos peligros. Fuera, y bajo el aro. Pero el peligro desde fuera lo puso el Obradoiro, que quería atajar por la vía rápida, desde el 6,75. 45-44. Parcial de 7-11.

Marcador que se mantuvo durante varios minutos por las imprecisiones de ambos equipos.

Quien más se estancó fue el Zunder Palencia, que a falta de tres minutos pidió tiempo muerto. No le entraban ni los tiros libres, con lo que el Obradoiro comenzó a coger ventaja. De tres puntos. 45-48. Y de nuevo Chema a cancha para tratar de parar los ataques santiagueses. Y ante las constantes faltas pitadas al Zunder, Guil se llevó la suya de rigor por protestarles a los árbitros.

El partido y la permanencia estaba en un puño. Punto arriba, punto abajo… Falta para el Obradoiro, falta para el Obradoiro… Y de casualidad, una, en tiro de triple de Frankamp, -que entró- a favor del Zunder. Aunque, tuvo que ser cristalina.

Al final del cuarto 57-55. Nueve faltas a favor del Obradorio.

A cara de perro.

El último cuarto era el de la permanencia para el Obradoiro. El Zunder tenía menos presión, pero quería ganar ante su parroquia. Pero en Santiago tienen al apóstol, y las decisiones arbitrales peregrinaban. Descarado. Al silbato sólo le faltaba la concha. El bonus para los visitantes les llegaría jugados apenas cuatro minutos.

La pareja Piñeiro-Pasecniks comenzó a horadar la zona visitante, al tiempo que Blazevic llegaba a su cuarta personal (pitada, que ejecutadas…) con 13 puntos anotados a falta de 7 minutos. 61-58.

Y a falta de 6, empate de nuevo. Y sin acierto de los palentinos ahora en sus ataques, reservando a Van der Vuurst y Kamba (por  faltas) y casi dejando jugar a placer ahora al Obradoiro que se puso 63-65, con tiempo muerto de Moncho Fernández. Casi cuatro minutos a cara de perro.

Entraron los nombrados, para dar más mordiente y se salió Blazevic, con la quinta. Pero las que no entraban eran las canastas en el aro de los palentinos y el Obradoiro se marchó de seis puntos, con un parcial de 6-14 en el cuarto hasta ese momento. 63-69 a falta de tres minutos.

Imprimió más velocidad el Zunder, buscó más el interior… y aun así ni de tiros libres. Anclados. En cambio los gallegos, enardecidos, metían casi todo. Les iba la vida en ello. Alargaban la posesión. Mantenían el tempo para encestar de tres consumida la posesión. Sólo Hands daba la réplica cuando las opciones de la séptima victoria ya se alejaba.

Al final del partido, 75-81 y alegría en el sector gallego del pabellón. Aún tienen opciones de salvación. Y comunión de aficiones, coreando la palentina el nombre del Obradoiro y la gallega el de Palencia.

Y para acabar y volver por el Monte do Gozo a la inversa, el conjunto palentino le regaló a su afición un emotivo video. Gracias Afición, Gracias Palencia.

Entre los palentinos, el mejor del partido, Piñeiro, con 16 de valoración y 18 puntos.

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