Los hospitales tienen casi 1.000 pacientes con COVID, aunque solo aumentan los ingresados en planta

Los hospitales de Castilla y León han registrado entre los días 10 y 17 de enero de este 2022 un total de 107 fallecimientos de personas con COVID-19, lo que supone la cifra más alta desde la semana del 15 de febrero de 2021 (116), pero todavía lejos de las peores cifras durante la pandemia: los 466 de primeros de abril de 2020 o los 234 de finales de enero del año pasado.

Así se puede observar en los datos que ofrece la web de Situación epidemiológica del coronavirus de la Junta de Castilla y León, donde se observa como la gran mayoría de los indicadores relacionados con el COVID-19 han seguido al alza en esta segunda semana de 2022, si bien se frena el ritmo aumento de contagios e incidencia.

En cuanto a los fallecimientos, desde el pasado 10 de enero hasta este lunes día 17 se han notificado un total de 107 muertes de personas con COVID-19 en los hospitales de Castilla y León, lo que supone un incremento del 70 por ciento con respecto a los 63 de la última semana de 2021.

Para encontrar una cifra más elevada durante una semana hay que remontarse a mediados de febrero de 2021, cuando todavía se arrastraban los efectos de la tercera ola, si bien la inmunización con la pauta completa a las personas de mayor edad empezaba a hacer efecto en la reducción de los fallecimientos, sobre todo en las residencias de mayores.

En esa semana –del 16 al 22 de febrero– se produjeron 116 fallecimientos, con una ocupación similar a la actual (1.039 pacientes el 22 de febrero de 2021 frente a los 999 de hoy), aunque con el doble de ingresados en cuidados críticos entonces (246 por 113).

Las cifras de esta última semana aun así están lejos de los registros máximos de la pandemia y representan menos de la mitad del peor registro de fallecimientos en una semana durante la tercera ola, los 234 entre el 25 de enero y el 1 de febrero de 2021.

Entonces, la incidencia acumulada a 14 días cerró la semana en 1.323 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y ahora se sitúa en 4.607. En ese momento de la pandemia, el 1 de febrero de 2021 había un total de 2.429 pacientes ingresados en los hospitales, más del doble que la cifra de este lunes.

La comparación es todavía más clara con la primera ola de la pandemia, cuando la situación era mucho más grave, con una alta mortalidad, saturación en las UCI y posiblemente un gran número de fallecidos a los que no se les llegó a diagnosticar el COVID-19. Así, en la primera semana de abril de 2020 (entre el 31 de marzo y el 5 de abril) se notificaron 466 fallecimientos en hospitales.

Aumentan más los ingresos en planta

La situación actual de la ocupación hospitalaria muestra una evolución más desfavorable en las camas de planta que en las de cuidados críticos y, en su conjunto, los 999 pacientes que albergan este lunes los hospitales son la cifra más alta desde la última semana de febrero de 2021 (1.018 el 23 de febrero).

Eso sí, en la última semana el incremento solo se da en las camas de hospitalización en planta, donde han pasado de 730 a 886 pacientes, un 21,4 por ciento más. De hecho, en estos siete días ha descendido la cifra de ingresados en unidades de críticos, de 121 el pasado lunes 10 de enero a 113 hoy.

En este sentido, la cifra de nuevos ingresos en UCI es muy similar en esta semana (30 entre el 11 y el 17 de enero) y en la anterior (31 entre los días 4 y 10 del mismo mes).

El porcentaje de ocupación por pacientes COVID sigue aumentando en las plantas y se sitúa en un 14,85 por ciento, cuando hace una semana era del 9,6 por ciento y roza ya el 15 por ciento, lo que supondría pasar a nivel de riesgo ‘muy alto’ según el ‘semáforo COVID’.

Sin embargo, en las unidades de críticos el porcentaje mantiene un ligero descenso desde hace más de una semana y se queda en el 29,1 por ciento.

Incidencia acumulada

Finalmente, la incidencia acumulada ha continuado el incremento a lo largo de la última semana pero con un ritmo más lento que hasta ahora y con la novedad de que hubo varias jornadas de descensos tanto en la tasa a 14 días como en la semanal.

Aun así, el primero de los registros ha pasado de 4.179 casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes el 10 de enero a 4.607 hoy, un 10,2 por ciento más (durante la primera semana del año aumentó un 32 por ciento).

En el caso de la incidencia semanal, ha pasado de 2.191 a 2.360, lo que supone un 7,7 por ciento más (en la semana previa subió un 12 por ciento).

De hecho, esta tasa ha bajado a lo largo de los últimos siete días en varias provincias, como Ávila, donde se queda en 2.136 casos por 100.000 (el pasado lunes era de 2.168); Palencia, con 2.556 (2.369); y Segovia, con 2.548 (2.362). El registro más elevado corresponde a Burgos, 3.107.

En el caso de la incidencia a 14 días solo ha bajado entre este lunes y el pasado en la provincia de Valladolid, de 4.605 a 4.537 casos por 100.000, mientras que el registro más alto también es el de Burgos, con 5.801.

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