Con las obras previstas, la calle La Cestilla solo tendrá este sentido de circulación, y con la calzada al mismo nivel que las aceras. / Óscar Herrero

Las obras en Eduardo Dato e Higinio Aparicio se extienden a Antonio Maura complicando ahora también el salir del centro de la ciudad

Una aventura. Así se puede definir el entrar con el coche estos días, especialmente desde esta mañana, en el centro de Palencia. Una aventura propia de Teseo, aquel que se adentró en el laberinto del minotauro. No hay en el centro de Palencia el mítico ser, pero sí se pueden encontrar los conductores con retroexcavadoras y señales que les indican por donde escapar… sin sufrir daños, más allá de la paciencia.

Las obras para elevar la calzada en las calles convergentes a la plaza de León comenzaron hace algo más de una semana con el corte de la calle Eduardo Dato y su perpendicular, Padre Higinio Aparicio. Con su corte se complicó mucho el acceso natural al centro de la ciudad, teniendo que dirigirse los conductores hacia el centro desde la avenida de Castilla o desde, por ejemplo la Plaza de San Lázaro.

Pero esas obras que van adelantadas ya, con el extendido del asfalto fundido que luego tendrá que ser pulido (según el proyecto), se han extendido ahora al tramo final de Antonio Maura, que desde esta mañana se encuentra cortado al tráfico desde la confluencia con Padre Higinio Aparicio y Doña Urraca.

Corte de Antonio Maura y padre Higinio Aparicio. / Óscar Herrero

Se ha cortado el desagüe natural del tráfico desde el centro hacia el norte de la ciudad dando única solución a los conductores: regresar hacia la plaza de Isabel la Católica, donde confluyen los vehículos que tratan de acceder al centro, con los que vuelven obligados por la señalización al mismo punto con dos salidas. Una hacia el Río por Cardenal Almaraz o por afrontar Los Cuatro Cantones y el cruce de la Diputación hacia San Lázaro.

Señalización por duplicado en la plaza de Isabel la Católica. / Óscar Herrero

Es cierto que, en la plaza Isabel la Católica se ha instalado, por duplicado, señalización que indica que no se podrá acceder a la plaza de León por Menéndez Pelayo y la parte final de Antonio Maura. Pero no todos los conductores la ven, por lo que al llegar al corte no les queda otra que girar hacia la calle Doña Urraca, a la que se le ha cambiado el sentido de circulación al estar también inmersa en las obras Padre Higinio Aparicio.

Un vehículo toma Doña Urraca, en sentido contrario al habitual. / Óscar Herrero

Así que las Calles Ramírez y Gil de Fuentes hacen a la plaza de La Compañía regurgitar el tráfico que minutos antes había pasado por allí. Una especie de bucle, porque no hay opción de escapar por ninguna calle.

Confluencia de Doña Urraca con la calle Ramírez. / Óscar Herrero

Cuatro Cantones.

Desde allí parte del tráfico sale por Cardenal Almaraz hasta el río, evacuando a la Avenida de Castilla un tráfico que ya de por sí se encuentra cargado desde hace unas semanas, cuando se cortó al tráfico la avenida de Modesto Lafuente.

Por lo que, especialmente en sentido norte, el sentido que seguiría el tráfico hacía la plaza de Correos, se forman embotellamientos.

Lo mismo ocurre si los conductores optan por salir de la ciudad por Los Cuatro Cantones, Calle Colón y San Lázaro. Especialmente entre La Compañía y el cruce de la Diputación. Al tráfico, hay que sumar los semáforos de la Calle Mayor y el transitar de los peatones en los pasos frente a la Diputación. Esto provoca un atolladero en el centro de la ciudad. Cierto es que no se trata de un atasco al estilo de la A-3 en sentido entrada a Madrid tras un puente, pero sí un embotellamiento que a los palentinos, poco dados a sufrir largas colas saca de quicio.

Cola de vehículos desde la Diputación hasta la plaza de Isabel La Católica, donde también se encontraban vehículos esperando desde Gil de Fuentes y General Amor. / Óscar Herrero

También cambia y anula esta obra el paso de los autobuses urbanos por el centro. Se ven modificadas las líneas 1, 3 y 4 en sus dos sentidos, y habrá que buscar sus paradas en las avenidas tanto en Casado del Alisal como en la de Castilla.

Así que si no quiere encontrarse con el minotauro, al menos durante las próximas jornadas evite el centro de la ciudad en coche y llegue andando. Y si no tienen más remedio que entrar sobre ruedas, ármese de paciencia y, como Teseo, valor y al toro.

Al menos queda pensar que en unos días se volverá a abrir al tráfico la calle Eduardo Dato, y volverá a fluir la circulación hacia el  centro y en unos días más, Antonio Maura, en sentido salida. Y ambas con una imagen renovada y con la acera al mismo nivel que la calzada.

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2 COMENTARIOS

  1. Es una vergüenza! Poco han pensado en los vecinos q tenemos chochera en eduardo dato aparcar ahora es una odisea muy mal!

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