El consumo de gas natural en Castilla y León repunta un 2% pero aún no supera la demanda del año prepandemia

El incremento se debe a la demanda de los hogares el año pasado, donde sube un 6,6% con respecto a 2020, mientras que en la industria solo aumenta un 0,5%

R. Travesí / ICAL

El consumo de gas natural en Castilla y León se situó en 2021 en 21,5 millones de megavatios hora (MWh), lo que supone un dos por ciento más que el año anterior que estuvo marcado por el confinamiento, el cierre de muchos negocios y la paralización de muchos sectores a raíz de la crisis sanitaria generada por el COVID. Pese a ese incremento, la demanda de este tipo de energía está aún por debajo del año prepandemia, ya que en 2019 alcanzó los 21,7 millones de MWh.

Según los datos del Boletín de estadística energética de Castilla y León, elaborado por el Ente Regional de la Energía (Eren) y recogido por la Agencia Ical, el aumento del consumo de gas natural a lo largo del año pasado en la Comunidad se debe, principalmente, al buen comportamiento del mercado liberalizado del uso doméstico, que subió un 6,6 por ciento con respecto a 2020, hasta los 5,5 millones de MWh, mientras que el industrial y servicios apenas sufrió cambios, con una ligera subida del 0,5 por ciento. Sin embargo, las empresas acaparan tres de cada megavatios consumidos de gas natural en Castilla y León.

La irrupción de la pandemia en 202 marcó un cambio de tendencia en el consumo de gas en la Comunidad, que no había dejado de aumentar cada año desde 2014. Tras subidas constantes en los últimos ejercicios, el COVID significó una caída del 2,9 por ciento en Castilla y León, hasta los 21,1 millones. En todo caso, el descenso fue muy inferior al desplome experimentado a nivel nacional, donde en 2020 descendió un 10,5 por ciento. El año pasado, España tuvo un mejor comportamiento que la Comunidad, ya que el consumo de gas natural cerró con 373,3 millones de MWh, un 5,4 por ciento más que el anterior. Eso sí, también está lejos de alcanzar las cifras anteriores al COVID, con un 5,6 por ciento menos de la cifra contabilizada en 2019.

Todas las provincias de Castilla y León experimentaron subidas el año pasado en comparación con 2020, salvo Burgos, donde bajó un 11,2 por ciento, al pasar de 6,4 a 5,7 millones de MWh. Una caída que contrasta con los aumentos del 22,8 por ciento registrados en Palencia (dos millones de megawatios) y del 16,3 por ciento en Zamora (675.660 MWh). También hubo incrementos elevados en Segovia (11,4 por ciento, hasta 1,3 millones), Soria (8,6 por ciento, hasta 1,7 millones), Salamanca (8,4 por ciento, hasta 2,2 millones de megavatios) y Ávila (7 por ciento, con 378.545 MWh). Las subidas más moderadas se registraron en Valladolid (3,6 por ciento, con 4,9 millones de megavatios) y León (1,2 por ciento, con 5,7 millones de MWh)

Por lo tanto, Burgos y Valladolid suman casi la mitad del total del consumo de gas natural en la Comunidad. El liderazgo de la provincia burgalesa se debe a la alta demanda de las industrias, ya que acaparan más de 5,5 millones de MWh, que es un tercio de todo el sector autonómico.

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