Espacio Escénico Boadilla de Rioseco
Escenario y sala del Espacio Escénico Boadilla de Rioseco. Luz Pisonero es una de sus impulsoras.

Una iniciativa vecinal dota al pequeño municipio de Boadilla de Rioseco de un teatro con programación propia para todo el año. Se trata del segundo proyecto cultural emprendido en este enclave terracampiño, tras el éxito de Arte Contra el Olvido

Boadilla de Rioseco, Palencia. 114 habitantes censados. Sin centro de salud, ni escuela, ni banco. Pero no uno, sino ya dos proyectos artísticos colectivos. La localidad terracampiña alzó la voz hace unos años con su proyecto ‘Arte contra el olvido’, con un conjunto de murales e instalaciones creadas por artistas en espacios públicos del pueblo, que lo convirtieron en un interesante museo al aire libre.

Un ejemplo que otros municipios han seguido después —como podremos leer en la sección de Turismo-. Y ahora, Boadilla de Rioseco da la bienvenida a las artes escénicas y musicales, de la mano de la recién constituida asociación Espacio Escénico Boadilla.

La iniciativa partió de Luz Pisonero (a quien vemos en la imagen) y sus hermanos Julio e Irene, hijos y enamorados de este acogedor enclave en plena Tierra de Campos. Tuvieron la idea de dotar de contenido al espacio polivalente que el ayuntamiento tiene en las antiguas escuelas, una instalación diáfana que se utiliza en las actividades festivas o participativas.

Con el permiso del consistorio, la colaboración de vecinos y amigos y una clara habilidad para el bricolaje, construyeron un escenario con palets y montaron la instalación de iluminación. «Mi hermana es tapicera, así que fue la encargada del telón», indica Luz.

«La verdad es que fue muy fácil porque hubo una gran acogida», explica. Tanto del público como de los primeros artistas que contactaron. El poeta y mago Javier Pinar fue el encargado de la primera actuación el 30 de octubre, tras lo cual el colectivo promotor decidió constituirse en asociación y dotar de mayor estructura a su idea.

«¡Al principio sentimos cierto vértigo! Llamamos a la gente incluso por teléfono para que se animaran a venir». El resultado fue el lleno total de un aforo que habían calculado, con protocolos incluidos, en 65 localidades.

Después vinieron otras actuaciones, con el lógico descenso de público por la evolución de la pandemia. «Teníamos claro que teníamos que fijar una entrada, porque es la única manera que tenemos de financiar a los artistas», una decisión que el público no solo aceptó, sino que apoyó de manera solidaria a través de la fila cero y de donaciones particulares.

En sus programaciones les mueve la ilusión de ofrecer no solo un espectáculo teatral o musical, sino una experiencia de inmersión cultural. Por eso han cuidado hasta el último detalle: la iluminación, el ambiente, el contacto entre público y artista. «Queremos que las personas que utilicen este espacio lo sientan como propio. Por eso tenemos una sección de teloneros: antes de la actuación alguien lee un texto, un poema, o canta…».

La próxima representación será el sábado 26 de marzo: la comedia ‘El Crédito’, representada por Telonaria Teatro, de Villalón de Campos.

Un día, pillaron entre el público al escritor José María Atienza, de Villada, y le invitaron a subir a leer parte de su novela Un lugar llamado Adda. Ese ambiente de intercambio continúa después de la actuación. «Al lado del escenario está el bar. Invitamos a público y artistas a pasar a tomar algo y hacer un poco de tertulia». Los grupos y artistas suelen agradecer esa cercanía, que no suelen encontrar cuando actúan en las ciudades.

«En Navidad, nos planteamos cancelar la función por la pandemia, pero nos dimos cuenta que el proyecto no podía parar. Vinieron solo veinte personas, pero ¿sabes qué ambiente se creó? Tocaba Fran Pahino, era la primera vez que programábamos un concierto… Salió todo el mundo con una sensación increíble. Esa sensación fue increíble».

Espacio Escénico Boadilla de Rioseco
Las Antiguas Escuelas albergan el Espacio Escénico Boadilla de Rioseco

El arte sanador

Espacio Escénico Boadilla bebe de la idea de Arte Contra el Olvido y otros proyectos a favor de la cultura contra la despoblación y pérdida de calidad de vida en el mundo rural. De hecho, su colaboración con el proyecto artístico es muy cercana, hasta el punto de que su propio promotor, Javier Melero, ha diseñado el logotipo y participa en el colectivo.

Pero también persigue otro objetivo: «el arte como sanador. Es decir, me voy allí un rato, salgo con otra sensación y eso, además, mejora la convivencia», explica Luz. Posibilita el encuentro y participación de personas de Boadilla y el resto de la comarca en un entorno de cultura y arte.

El siguiente paso natural, apunta, tal vez sea pasar a la dinamización, con actividades en colaboración con Arte Contra el Olvido y quizás talleres o incluso un grupo de teatro aficionado, quién sabe. «Yo tengo muchas ideas», confiesa.

De momento, diseñan toda la programación de 2022 con una función al mes, como mínimo, y propuestas adicionales en puentes y en verano, donde además aprovecharán el entorno exterior. «En agosto, si podemos, haremos una a la semana».

Todo con medios propios y la colaboración municipal en la cesión del espacio y servicios como la luz o la calefacción, y si es posible, tratando de acceder a alguna subvención. Pero eso irá viniendo paso a paso. De momento, su ambición no es pequeña: «animar a la gente a que venga y se sienta mejor, porque eso repercute en la convivencia y en la calidad de vida en el pueblo».

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