Imagen del video subido por COPE Palencia de la carga de moluscos que transportaba el camión accidentado en Castromocho el lunes. / COPE PALENCIA

Decenas de personas acuden en los últimos días a Castromocho a recoger la carga de moluscos abandonada de un camión accidentado y una parte de ella acaba, presuntamente, en el Mercadillo de Palencia

Óscar Herrero

El martes se desató la locura. Un nuevo producto, el mejillón del río Valdeginate, llegó al mercado y en pocas horas a las mesas de los más rápidos y avispados. Porque el de Valdeginate, tan parecido al del mar que apenas se nota la diferencia en el paladar, se diferencia del procedente del agua salada en su precio. El ‘cosechado’ en Castromocho es gratis, y en un solo lote limitado. Mayor razón para que se desatara el furor por estos.

“Ha sido una locura”, reconoce el alcalde de Castromocho, Florencio Caballero. “Ha ido gente del pueblo, pero también de pueblos de alrededor y eso ha provocado cierto peligro”.

Porque el mejillón del Valdeginate se ha fraguado debido a un accidente. De tráfico. El pasado lunes tres personas resultaron heridas al colisionar a escasos metros de la entrada de Castromocho un turismo y un camión que iba cargado de los moluscos. De 17 toneladas. Cuando el martes trataron de recuperar el camión con una grúa, “no pudieron con él cargado y llamaron a unos cuantos vecinos para que lo vaciaran y así poder trasladar el camión. Les dieron 30 euros a cada uno y les dijeron que podían coger lo que quisieran. Ya sabes cómo son estas cosas”, explica Caballero haciendo ver que la voz se corrió. Mejillones a un precio excepcional: “Mejillonada rica que tenemos por aquí”, señalan en el video del siniestro publicado por Cope Palencia.

Peligro de atropellos

De esta forma, la zona en la que quedaron tirados los mejillones comenzó a congregarse gente en busca de tan preciado producto. “Sé de gente que tiene congeladas varias bolsas de 11 kilos. Pero es que han venido de pueblos de alrededor. Y había muchísima gente cogiéndolos. Hazte la idea de que si había 17 toneladas, ahora puede quedar una”.

Ese flujo de personas provocó que en algunos momentos de las dos últimas jornadas estuvieran a punto de producirse accidentes de tráfico y atropellos en la zona en la que quedó la mercancía. “Muy peligroso. Gente pasando de un lado al otro de la carretera. Mientras estuvo la Guardia Civil, bien. Luego…”, expresa el alcalde de Castromocho.

Lo que sí hubo fueron muchos vehículos atestados en las tierras aledañas. “Ha tenido que sacar a uno una Manitou”, ilustraba uno de los mariscadores. “A uno y a unos cuantos. Cargaban el coche o la furgoneta, se quedaban atestados, tenían que descargarlos para tratar de sacarlos… la tierra, que era una alfalfa, no hay más que verla”, lamenta Florencio Caballero.

Ese tirón del producto de Castromocho llevó a alguno de los mariscadores a no quedárselos para consumo propio, como la mayoría, sino que los han tratado de poner en el mercado. Al menos en el Mercadillo de Palencia, donde la Policía Local detectó, presuntamente, este producto y procedió a la incautación de unos 75 kg de mejillones “que estaban siendo comercializados en uno de los puestos, sin autorización y sin justificar su procedencia”. Por ello, los agentes de la Policía Local dieron conocimiento al Servicio de Sanidad de la Junta, que envió un inspector. Este levantó acta y “al encontrarse en estado de descomposición, se procede a la destrucción del producto”, resume el parte de la Policía Local.

“A nosotros nos dijeron que los mejillones estaban en buen estado. Pero claro otra cosa es cuándo han ido a recogerlos al haber estado a la intemperie”, razona el alcalde de Castromocho, Florencio Caballero que reconoce en broma que su municipio no se plantea por ahora crear la fiesta del Marisco. “Pero en breve tenemos la de la Matanza de Cerdo de San Antón”. Un producto mucho más autóctono a orillas del Valdeginate que los mejillones.

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