nave estación de pequeña next generation
La nave de la Estación de Pequeña Velocidad está rodeada ahora por el aparcamiento disuasorio.

Aún con discrepancias sobre el uso que se le daría, el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Palencia considera una “vergüenza” la existencias de ese edificio en ruinas en el centro de la ciudad

La nave de la Estación de Pequeña Velocidad es un tema recurrente en el Ayuntamiento de  Palencia. Hace casi una década que se comenzó a hablar de darle un uso. De utilizar un espacio tan céntrico, tan diáfano, para algo. Para una zona de restauración, para oficinas, como un lugar que sustituyera a las carpas que se instalan en la Plaza Mayor para las diferentes ferias… Soluciones a un edificio en el que los árboles crecen desde dentro.

Incluso su propietario, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, trató de darle salida… solo que de una forma en la que era complicado hacerlo. En 2015, antes de la llegada del AVE a Palencia, sacó a licitación por 373.538 euros y un plazo de 15 años, el alquiler de estas instalaciones. Solo que el contrato escondía un coco: la empresa adjudicataria debía correr con la factura de poner al día unas instalaciones abandonadas durante décadas. Consecuencia: nadie se presentó a ese contrato.

Next Generation

Con la posibilidad, aún lejana, de poder cazar algún dinero de los Fondos Next Generation, el Ayuntamiento de Palencia ha contratado con un estudio de arquitectura de la capital (AD Olmo) la redacción de estudios previos de rehabilitación de la Edificación de la Estación de Pequeña Velocidad, por un monto de unos 4.700 euros. Se pretende conocer cuáles son, a grandes rasgos, las necesidades de este edificio para volver a ser útil a la ciudad.

Solo que en el Ayuntamiento saben y son conscientes de que una cosa es echar la caña y otra pescar. Fuentes municipales aseguran que se va a presentar este proyecto a las ayudas y que si no se ha hecho pública su intención hasta ahora, a preguntas de Palencia en la Red, es porque “primero tienen que decirnos si nos los admiten a la convocatoria, que se ajusta a las bases, y luego, a finales del año, nos dirían si al proyecto le corresponde el dinero”. Es decir, que, de momento, se ha lanzado el anzuelo. “Una cosa es solicitar y otra que se vaya a hacer. No queríamos vender humo”, explican.

Varios condicionantes

En el hipotético caso de que la ayuda llegara, a partir de ahí entrarían más condicionantes. Primero, ver cuántos de los proyectos que se han presentado a los Next Generation desde Palencia, son merecedores de fondos en la libre concurrencia con el resto de ciudades. Porque el Ayuntamiento debería cofinanciar parte de esos proyectos y su disponibilidad económica no alcanzaría a todos. Debería elegir.

Segundo, que el edificio no es de carácter municipal, sino que es propiedad de Adif. El Consistorio capitalino debería pedir la cesión del inmueble al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias. Que éste acepte y además, que las condiciones sean ventajosas para el Ayuntamiento de Palencia. Algo como lo que se ha hecho con los dos aparcamientos disuasorios de la propia Estación de Pequeña y de Jardinillos.

Además, que el uso que se quiera dar a este edificio concuerde con su estado en el planeamiento urbanístico, al estar incluido dentro de un Sistema General Ferroviario, como destacan otras fuentes del Consistorio.

Diferencias internas

Y aquí hay discrepancias en el uso que se le podría dar. Incluso dentro de la Corporación hay diferentes ideas: desde utilizarlo como se planteó en su día como una dotación para llevar allí las ferias gastronómicas y actos culturales, a ubicar allí algunos servicios municipales, como Servicios Sociales, pasando por llegar a acuerdos con sectores privados para generar allí un vivero de empresas o algo que incremente la actividad económica de la ciudad.

Incluso hay, dentro del equipo de Gobierno, quien no está de acuerdo con esta petición, al considerar que, aún con las ayudas de los Next Generation, supondría un gasto para el Ayuntamiento en el mantenimiento a futuro. Y este, en las condiciones de las Arcas municipales, después de pagar la sentencia de la Calle Jardines, difícilmente podría asumirlo. Lo que sí está claro es que sin la ayuda de los fondos Next Generation, el Ayuntamiento de Palencia ni se plantearía tocar esta nave de 1.365 metros cuadrados.

Una vergüenza.

En todo caso, indican varias fuentes municipales, algo hay que hacer con este edificio. “Es una vergüenza para Palencia tener una ruina como esa en el centro de la ciudad”. “En una zona en la que pasan cada día 800 personas. 800 vehículos que aparcan todos los días allí y que solo faltaría que les cayera una teja por el mal estado en el que está”.

Por ello, este estudio previo de rehabilitación de la edificación de la estación de pequeña velocidad, puede que no llegue a rascar ni un solo euro de los fondos europeos, sí servirá para que en un futuro se pueda ir a la ventanilla de Adif o del Ministerio de Transportes y Agenda Urbana y solicitar que se actúe.

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