Huellas en la Cueva de Honseca corresponden a dos rastros de osos

El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) de Burgos, tras realizar el proyecto de estudio y análisis de las 17 huellas de oso halladas en la Cueva de Honseca de Velilla del Río Carrión, ha concluido que corresponden, al menos, a dos rastros que discurren paralelos al eje longitudinal de la galería, uno de ellos en dirección NE y el otro en dirección SW. Así como que las huellas fueron producidas, muy probablemente, por uno o más individuos subadultos -entre 3 y 5 años de edad- de oso de las cavernas (Ursus spelaeus), de unos 100 kg de peso, que se desplazaron sobre un suelo arcilloso encharcado.

Los Dres. Ana Mateos y Jesús Rodríguez desgranan así en el informe científico-técnico que la morfología de la almohadilla plantar, especialmente el contorno continuo del borde anterior de las almohadillas de las patas anteriores y su gran anchura, así como la presencia de improntas de garras en algunas de las huellas, permite afirmar que las huellas o icnitas fueron dejadas por un úrsido. Además, aseguran que la presencia de un espeleotema cubriendo alguna de ellas sugiere esa edad antigua que se extiende hasta el Pleistoceno superior, explica el Ayuntamiento de Velilla en una nota de prensa.

Dado el estado de las huellas y el lugar donde se encuentran manifiestan la necesidad de protegerlas para evitar su deterioro, especialmente para impedir que sean alteradas por el paso de personas por esta galería. En este sentido, apuntan que la plataforma de protección de tramex colocada recientemente parece una medida adecuada y suficiente, al menos por el momento, para la protección del yacimiento. Y es que son pocas las cuevas donde se han documentado rastros atribuidos al Ursus spelaeus como la Grotte Chauvet en Francia y la cueva Ursilor en Rumanía.

Al respecto la alcaldesa de Velilla del Río Carrión, Belinda Mencía, subraya la importancia a nivel patrimonial del hallazgo para la dinamización de la zona y por su repercusión tanto nacional como internacional. “Desde que vimos que había unas huellas hemos intentado dilucidar la especie de oso a la que pertenecían. Por eso contratamos al CENIEH y protegimos, con la ayuda del Club de Espeleología del municipio, el hallazgo. Nuestra intención es que pueda ser visitable en un futuro próximo. Que todo el mundo pueda disfrutar de lo que ofrece el interior de la cueva, no solo por las huellas sino también por su riqueza”, apunta.

Comenta que desde el equipo de Gobierno tienen diseñado un proyecto por valor 150.000 euros para su acondicionamiento para el que esperan apoyo, a partir de ahora, de las distintas instituciones.

Cabe recordar que, por iniciativa del Ayuntamiento y con la ayuda del Club de Espeleología de Velilla –descubridores de las huellas-, Mateos y Rodríguez realizaron una visita institucional a la Cueva el año pasado donde se planteó este estudio para determinar qué especie pudo dejarlas así como la realización de un levantamiento 3D de las huellas y el escaneado parcial de esa parte de la cavidad. La captura de datos se llevaría a cabo, en junio de 2021, en la visita del Dr. Alfonso Benito Calvo (CENIEH), Adrián Martínez Fernández (CENIEH) y Elvira Pastor (UBU-ECYL, CENIEH).

La Cueva de Honseca, explorada en reiteradas ocasiones y conocida por los habitantes de la comarca, está ubicada en la zona del Monte de la Cruz, Peña Lampa, y excavada en calizas de montaña del Carbonífero con un desarrollo de 3.600 metros, con varios niveles y numerosas galerías. Dentro de ella, las icnitas se encuentran en una amplia galería interior del piso superior, de unos dos metros de ancho y dos a cuatro metros de alto. Las huellas aparecen en una franja de unos 0,7 m de ancho y 2,20 m de largo junto a una de las paredes de la galería.

Imagen. Laboratorio de Cartografía Digital y Análisis 3D, CENIEH. Vista de la zona donde se encuentran las icnitas

 

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