Bomberos forestales de la Junta de Castilla y León durante un incendio el pasado año. / ICAL

Las cuadrillas forestales de Palencia tendrán hasta 882 raciones de comida y de recuperación energética para las primeras jornadas de los incendios, con patés y ‘platos’ de carne o pescado

Durante los incendios forestales del pasado año en Castilla y León, especialmente en la provincia de Zamora, con jornadas extenuantes para los bomberos forestales implicados en el Infocal, dejaron ver que la logística en la lucha contra las llamas va más allá de disponer de medios humanos y mecánicos. Porque aunque esto es fundamental, también que esas personas estén listas y en condiciones de seguir luchando. Y una alimentación y una hidratación es más que básica. Algo que, según se quejaron entonces los medios del operativo, no siempre había sido así.

Fruto de la lección aprendida y de la negociación del Acuerdo Social entre la Junta de Castilla y León y los sindicatos se estableció que de cara a posteriores años, y este es el primero de esos años posteriores, para prepararse para los grandes incendios, era necesario establecer un protocolo específico para la mejora del avituallamiento del personal que intervenga en la extinción de incendios forestales”. Cierto es que la idea era que ese protocolo “se apoye en el comercio y la hostelería local”. Pero también que contemple soluciones de emergencia. Porque no es lo mismo establecer un puesto para el suministro en la plaza de Aguilar de Campoo que en los bosques de La Pernía. estas raciones de emergencia se establecen para las primeras horas, hasta que se organiza la logística.

Dos altos cargos de la Junta en un centro de mando avanzado, donde se está prepando la comida para los miembros del dispositivo una vez se ha organizado la logística. / ICAL

Para este fin, el dispositivo de lucha contra los incendios, que mañana miércoles se presenta públicamente en la provincia de Palencia, contemplará “soluciones de emergencia y previamente diseñadas para zonas remotas o con dificultades de abastecimiento, y que considere las necesidades alimenticias en condiciones de sobreesfuerzo, la diversidad de dietas y la disponibilidad de raciones de emergencia”.

Si bien es cierto que en los nuevos pliegos para la contratación de las cuadrillas forestales externas, la Junta ya ha marcado como condición que esas empresas deben aportar ese soporte para sus trabajadores, la Junta considera “que para personal propio y para la primera noche cuando aún no se ha podido organizar el avituallamiento es esencial contar con raciones que permitan que todo el personal que participa tenga un complemento
energético adicional”.

Un bombero forestal en lo alto de una cresta, donde el abastecimiento de alimentos no es fluido. / ICAL

Raciones de combate que se dividen en dos tipos. Unas de recuperación energética y otras denominadas raciones de 12 horas, muy similares a las campaña o de combate que tiene el Ejército Español para sus maniobras o actuaciones. De hecho, el adjudicatario es uno de los tres suministradores del Ministerio de Defensa.

Recuperación energética rápida.

De las primeras, para este año 2023, la Junta ha adquirido 6.360 raciones, de las que 468 serán para el operativo de Palencia. (Ávila tendrá  866; Burgos, 694; León, 1070; Salamanca 826; Segovia, 550; Soria, 712; Valladolid, 418; y Zamora 756).

En estas raciones de recuperación rápida de energía, los miembros del operativo antiincedios de Palencia tendrán a su alcance para el primer momento de actuación y hasta que se establezca una logística de avituallamiento 50 gramos de un coctel de frutos secos con fruta deshidratada, una barrite energética de fruta deshidrata y frutos secos de 50 g, otra barrita de cereales muesli de 25 g y hasta seis sobres para realizar bebidas isotónicas de sabor a fruta. Todo ello en una bolsa y con servilletas antisépticas.

“El personal del operativo de prevención y extinción de incendios, debido al estrés térmico y las dureza de las condiciones soportadas, al gran esfuerzo físico realizado en cortos espacios de tiempo, y en general a las dificultades específicas propias de cada actuación y su duración, ven mermadas sus facultades psíquicas y físicas, requiriendo alimentos y la reposición urgente de nutrientes y sales minerales La composición de estas raciones permite la recuperación inmediata del personal interviniente”, explica la Junta de Castilla y León.

Deben aportar, como poco, 400 kilocalorías.

Raciones para 12 horas.

Es la Junta la que también indica que las raciones individuales de comida se utilizan en actuaciones de respuesta de gran intensidad y larga duración por incendios forestales en los que el personal requiere un mayor aporte energético para poder estar 12 horas en el incendio.

De estas se han adquirido para este año 2023 un total de 4.748, y otro número similar para el año próximo, aunque si fuera necesario, podría adelantarse el pedido, de forma que en caso de emergencia se podrían disponer en toda Castilla y León durante esta campaña de casi 9.500 de estas raciones.

Una de las raciones de la empresa que suministrará los kits a las cuadrillas forestales.

Al dispositivo de Palencia le corresponderán 413 (más otras tantas si fuera necesario, si no se trasladarían a 2024). Al resto de provincias, Ávila, 619; Burgos, 413; León, 722; Salamanca, 620; Segovia, 413; Soria, 413; Valladolid, 413 y Zamora, 722.

Un menú con carne, pescado y pasta.

La demanda energética de los bomberos forestales hará que estas raciones sean contundentes calóricamente. Tendrán como mínimo 2.000 kilocalorías.

Habrá tres menús. Dos con carne y otro con pescado.

A saber: los Menús 1 y 3 propuestos por la Junta tendrán una ración de dulce de fruta deshidratada con 50 g, 80 gramos de un paté untable, junto a una galleta salada de 55 gramos y, como plato principal, una conserva de 350g de carne y verdura con arroz o pasta. En el menú tres  la carne será halal para dar respuesta a algunas demandas o creencias religiosas de los trabajadores.

El menú 2 contiene dulce de fruta deshidratada, 65 gramos de paté y la misma galleta salada y un principal de pescado o huevo y verdura con arroz o pasta con un peso total de 350 gramos.

Cada uno de esas raciones de combate para los bomberos forestales estará acompañada de un sobrecito de sal, dos sobres para preparar bebidas isotónicas, un coctel de frutos secos y una barrita de naranja y almendra de 40 gramos. Asimismo, para facilitar su consumo, un calentador químico (en un incendio no van a propiciar otro incendio), toallitas antisépticas, una cuchara y un paquete de pañuelos.

La adjudicataria de estos kit alimentarios para el dispositivo de lucha contra los incendios ha sido la alicantina Jomipsa, por un precio de 125.326,80 €, más IVA. Solo se presentaron dos empresas, ambas proveedoras de las raciones del Ministerio de Defensa.

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