Policía Local Palencia
Un coche patrulla de la Policía Local de Palencia.

Un conductor trató de evadir a la Policía Local de Palencia, pero fue interceptado y arrojó positivo en alcoholemia

Óscar Herrero

Aunque los jueves no han sido los días preferidos en Palencia para salir de fiestas o de bares, siempre ha habido personas que han disfrutado de esos días en los que no hay tanta gente en los bares para pasarlo bien. Y aunque son días diferentes a los viernes y los sábados, las leyes que imperan son las mismas.

Bien lo sabía el joven que ayer acabó en el cuartel de la Policía Local y pasará ante los ojos del juez cuando se vio acorralado por la realidad y trató de evitarla echando a correr… con su coche.

Porque los agentes de la Policía Local tuvieron que intervenir anoche, de madrugada, para perseguir a un vehículo que, al verlos, trató de evitarlos. ¿Con sigilo, con tranquilidad, con mesura? No. Todo lo contrario, porque como se demostró a la postre no estaba para esas sutilezas.

En torno a las 04,30 horas, una patrulla de servicio observa a un vehículo circulando a gran velocidad por la avenida de Valladolid. Y según el parte de sucesos de la Policía Local, “ante la presencia de los agentes realiza una maniobra evasiva”. La misma necesitó de saltarse un semáforo en rojo. Tampoco hizo caso a las órdenes de los policías que le ordenaban detenerse.

Pese a su intento por evitar la presencia policial, el conductor fue interceptado en la calle Marciano Zurita, en el barrio de Santiago. Identificado su conductor, varón de 38 años, se le sometió a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó una tasa positiva de 0,74 mg de alcohol por litro de aire expirado. Tres veces superior a la permitida para conducir y superior a la tasa penal.

Por ello, los agentes instruyeron diligencias judiciales por un presunto delito contra la seguridad vial, el exceso de alcoholemia del que el conductor quiso escapar cuando vio a la Policía Local.

En un control

También tomó el camino del juez otro conductor esta pasada madrugada, aunque éste sin tanta resistencia. Así, porque parado por la Policía Nacional en un control, los agentes vieron que se encontraba bajo los efectos del alcohol. Requirieron a los efectivos de la Policía Local para que le sometieran a la prueba de alcoholemía, donde arrojó 0,69 mg/l, lo que supone un presunto delito contra la seguridad vial.

Al que no pudieron acusarle de nada o quizá fue porque llegado el momento se arrepintió y decidió no girar la llave de contacto, fue el hombre al que los agentes encontraron en el interior de un vehículo, en estado de embriaguez, en la calle Juan Bravo, a las 5,15 horas. El 112 recibió una llamada en la que se alertaba de que había en el interior de un vehículo una persona con “una fuerte intoxicación etílica”. La patrulla identificó a un varón de 46 años, que rechazó la asistencia sanitaria, si bien se contactó con su familia que se hizo cargo de él.

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