Un 'irreductible borracho' se escapa dos veces del Hospital de Palencia
Imagen de una actuación conjunta de la Policía Local y Emergencias 112. / ICAL

Hasta en tres ocasiones tuvo que intervenir la Policía Local de Palencia para trasladar al centro hospitalario a un varón que se había caído en la calle debido a su estado de embriaguez

Tan irreductible como Asterix y su aldea de galos. Tan pertinaz en seguir la fiesta o en olvidar de la mano de la bebida como Obelix en cazar jabalíes o en abofetear legionarios. Tan escurridizo, que no bastó con una patrulla para llevarlo al Valetudinarium. Y tan gustoso de beber pociones como los protegidos por Panoramix. Aunque lo del palentino no eran brebajes hechos a base de muérdago cortado con una hoz de oro.

Este fin de semana la Policía Local de Palencia y el personal del Hospital Río Carrión se las tuvieron que ver con un irreductible borracho, digno descendiente del altivo Sopalajo de Arriérez y Torrezno (jefe de la aldea de irreductibles hispanos en Asterix en Hispania). Porque se escapó dos veces del Hospital y tuvo que ser llevado hasta en tres ocasiones por los agentes y el personal de emergencias a las Urgencias del centro hospitalario debido a las pociones ingeridas.

Tal y como han confirmado fuentes de la Policía Local de Palencia, durante la tarde del viernes y la madrugada del sábado intervinieron tres veces con un hombre de 62 años al que tuvieron que atender. Y en las tres ocasiones se trataba de la misma persona y por la misma causa.

Desde por la tarde.

La primera, en torno a las 19:53 horas del viernes. Un particular había avisado de que en la avenida de Santander se encontraba un varón en el suelo, que se había caído presumiblemente por su estado de embriaguez. Los agentes identificaron, por primera vez en la tarde-noche, a este hombre de 62 años. Debido a su estado lo trasladaron en ambulancia hasta el Río Carrión.

Tras dejarlo en manos de los facultativos, horas después, en torno a la una de la madrugada, el servicio de emergencias “112” informó de la presencia de un hombre desorientado en el estacionamiento del Hospital Río Carrión. A la llegada de la patrulla de la Policía Local se dieron con la realidad de que se trataba del hombre de 62 años, que ya estaba siendo trasladado de nuevo a Urgencias.

Pero lejos de claudicar y entregar, como hizo Vercingetorix, las armas a los pies de César, el hombre siguió su particular escaramuza. Porque tres horas después, en torno a las 4 de la madrugada del sábado, de nuevo el 112 avisa a la Policía Local de Palencia de la presencia de una persona con una fuerte intoxicación etílica en la calle Rizarzuela de la capital. Y cuando los agentes llegan comprueban que, efectivamente, es el ‘irreductible’. De nuevo, policías y sanitarios procedieron a su traslado al Hospital Río Carrión, donde se quedó hasta que los efectos de las pociones se pasaron.

Al menos, esa noche no volvió a levantarse en armas, aunque el capítulo tampoco terminó con un banquete de jabalí asado.

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