En siete registros domiciliarios realizados también en Valladolid, Ávila y Bizkaia se incautaron 20.000 euros en efectivo, éxtasis, cocaína, hachís y marihuana en seco, entre otras

Agentes de la Guardia Civil detuvieron a un total de 15 personas como presuntas autoras de un delito contra la salud pública, en la modalidad de tráfico de drogas, y otro de constitución, financiación o integración de grupo criminal, que actuaban en las provincias de Palencia, Valladolid, Ávila y Bizkaia, según fuentes del instituto armado.

Durante los siete registros en domicilios ubicados en las localidades de Moraleja de Matacabras (Ávila), Ataquines y Medina del Campo (Valladolid), Palencia y Zamudio (Bizkaia), los agentes se incautaron 58,37 gramos de ketamina, 15 centilitros de ketamina líquida, 32,94 gramos de MDMA, 418 pastillas de éxtasis, 99 gramos de cocaína, 399 gramos de hachís, 2.432 gramos de marihuana en seco, 30 plantas de marihuana, un kilo de speed, 19.125 euros en efectivo, ocho básculas de precisión y un vehículo de alta gama.

Durante el mes de febrero de este año, el Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arévalo, obtuvo sospechas fundadas de la posible existencia de un punto de venta de drogas en la localidad abulense de Moraleja de Matacabras. Para verificar esas sospechas, realizaron una serie de gestiones, vigilancias discretas e investigaciones policiales que dieron resultado positivo.

Operación Chispi

Ya dentro del marco de la ‘Operación Chispi’, las primeras investigaciones se centraron en un total de tres personas, una con residencia en Medina del Campo (Valladolid) y las otras dos en Moraleja de Matacabras (Ávila). Las persona de Medina del Campo adquiría cocaína a través de un suministrador de Palencia, quien surtía las sustancias a los distribuidores abulenses y éstos procedían a su venta en la provincia de Ávila.

A continuación se pudo descubrir que no solo se encargaban de distribuir sustancias cannábicas y cocaínicas, sino que también lo hacían con sustancias estimulantes, principalmente speed, y que para adquirirla, acudían a un quinto suministrador de Ataquines (Valladolid), y la suministraban también en la provincia de Ávila.

Esta quinta persona era auxiliada por otras tres de la población de Ataquines, quienes distribuían las sustancias estimulantes en las provincias de Valladolid y Ávila, gracias a un nuevo suministrador de Zamudio (Bizkaia), encargado del transporte y entrega de sustancias cannábicas, cocaínicas y estimulantes, principalmente hachís y marihuana, al grupo en Ataquines.

Grupo organizado

Con el transcurso de las investigaciones y ya habiendo realizado el correspondiente análisis criminal, se pudo verificar que no se trataba de personas aisladas e independientes, sino que guardaban conexión, habiendo un formado un entramado criminal dedicado a traficar con drogas entre las provincias de Ávila, Valladolid, Palencia y Bizkaia.

El grupo estaba perfectamente organizado, jerarquizado, coordinado y parte de ese grupo unido por lazos familiares, que habían creado un negocio con el tráfico de drogas, siendo dicha venta el principal sustento económico del grupo, con el que llevaban una vida bastante desahogada.

Esta operación policial ha sido desarrollada por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Arévalo, en la que han participado más de 60 agentes de diferentes unidades y especialidades de las Comandancias de Ávila, Valladolid, Palencia, Bilbao, Salamanca y Santander.

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