Vox iniciará las negociaciones con el Partido Popular tras las elecciones celebradas en Castilla y León este domingo pidiendo la Presidencia de las Cortes regionales, igual que la ostentó un cargo de Ciudadanos en la pasada legislatura.

Fuentes del partido liderado por Santiago Abascal han reiterado este jueves su derecho a no ser “ni más ni menos que nadie” tras haberse hecho con 13 procuradores en las Cortes de Castilla y León y un 17 por ciento del voto.

Esto, a su juicio, les da “el derecho y el deber” de formar parte del próximo Ejecutivo y hacerlo además en la misma proporción que tuvo Ciudadanos en la pasada legislatura, como ya han insistido durante los últimos días tanto Abascal como su candidato, Juan García-Gallardo.

Pero también quieren que esa representación se refleje en la Mesa de la Cámara regional, que debe constituirse en las próximas semanas y será el preludio para las posteriores negociaciones para la investidura.

En cualquier caso, las fuentes de Vox insisten en que su entrada en el Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco no es negociable y no temen que un bloqueo en las negociaciones pueda llevar a la repetición de las elecciones.

De hecho, su presencia en el Ejecutivo en la misma proporción en la que ha estado Ciudadanos es su única línea roja en la negociación, en la que después están abiertos a dialogar con el PP sobre sus reivindicaciones en materia de derogación de determinadas leyes que consideran ideológicas, reindustrialización, natalidad o ganadería y agricultura.

PRIMEROS CONTACTOS

Durante los últimos días ya ha habido algún contacto entre dirigentes de Vox y del PP en Castilla y León, en ningún caso entre las direcciones nacionales de los partidos, y los de Abascal ven a Mañueco más prudente y proclive a un acuerdo que en Génova, por lo que esperan que este sea posible.

Desde Vox reconocen asistir con sorpresa a las discrepancias internas entre los ‘populares’ sobre las negociaciones y llegan a calificar al partido de Casado de jaula de grillos, a lo que se suma el escándalo sobre una presunta investigación a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

A su juicio, un bloqueo del PP a la entrada de Vox en el Gobierno de Castilla y León penalizaría electoralmente a los ‘populares’ porque no es entendido por muchos de sus votantes, que solo seguían fieles a ellos por tradición y las apelaciones al voto útil.

TRASVASE DE VOTOS

Las mismas fuentes de Vox comparan la situación incluso con las negociaciones fallidas entre UPyD y Ciudadanos para una alianza, que fueron el inicio de la caída del partido magenta y auge de la formación liderada por Albert Rivera.

Según sus cálculos, hasta un tercio de los votantes del PP se sienten próximos a los postulados de Vox y no entenderían que se negara una negociación, pudiendo provocar un importante trasvase de voto en próximas citas electorales.

En cualquier caso, fuentes del partido de Abascal aseguran que la falta de acuerdo no tendría consecuencias en otros territorios. Aunque inciden en que actualmente no hay ningún pacto estable entre Vox y el PP –porque en Andalucía y el Ayuntamiento de Madrid están rotos, y en la Comunidad de Madrid solo se apoyó la investidura– el partido no tomaría represalias contra los ‘populares’ en otras instituciones si el pacto en Castilla y León no sale adelante.

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