El cantante y compositor actúa en Paredes de Nava el 14 de agosto en el marco del festival Palencia Viva

«El público de los conciertos pequeños valora mucho más el esfuerzo que hay tras una gira»

Tu nuevo disco es la celebración de 20 años de trayectoria, en la que recuperas temas que hoy forman parte de la banda sonora de nuestras vidas e incluso dan el salto a una segunda generación, como ha sucedido con Una foto en blanco y negro, de tu etapa con El Canto de El Loco. ¿Esperabas una respuesta así, tan intensa y comprometida, por parte del público?

Pues la verdad es que no sé, tengo la sensación de que han llegado estas versiones y que la gente les ha gustado mucho, por supuesto, tienen una llegada muy grande en plataformas de streaming, en la radio… Y la verdad es que han viajado muy bien este año y pico que llevan fuera, casi dos años lleva Una foto en blanco y negro, y la verdad es que estoy contentísimo.

Pero bueno, la gente hace suyas las canciones independientemente del porqué y del quién. De repente les llegan y se convierten en parte de la vida de la gente sin tener mucha idea de por qué sucede. Es lo bonito de la música.

Un viaje de dos décadas que comenzó muy intenso, con el peso de la fama y éxito de ECDL, y hoy ha arribado a un puerto de estabilidad como compositor y cantante en el que disfrutas tu trabajo y llevas una vida personal y familiar como la de cualquier otro ciudadano. ¿Cómo te sientes ahora que has llegado a ese destino, y hacia dónde continuarás?

Al destino no se llega nunca, la verdad. Cuando estás en este trabajo te das cuenta de que no hay destino, que el viaje es la gracia de esto de la música, y cuando te crees que hay un destino es cuando te pega el bofetón, porque no te puedes relajar, no puedes dejar de trabajar, no puedes dejar de estar creativo y pendiente… Y en este curro casi no hay tiempo para descansar.

A nivel emocional es muy intenso, a nivel de viajes hemos tenido una etapa que no hemos viajado tanto pero ahora estamos recuperando otra vez la actividad y eso demanda mucho esfuerzo, concentración, estar en el sitio y tener los pies en el suelo. Así que no considero que haya llegado a un destino.

¿Hacia dónde continuaré? Pues no tengo ni idea, estoy disfrutando tanto de este momento que no sé cuáles serán los siguientes pasos así que de momento me quedo en el presente.

Disfrutas componiendo para otros y lo has hecho también aprendiendo de los artistas que colaboran en este disco, según has explicado. ¿Compartir tu música con los demás es lo mejor de tu oficio? ¿Cómo te sientes entonces en tus conciertos?

Lo que más me gusta de este oficio es componer, y componer con otros. Y ya, si esas canciones las cantas en directo con esa gente, se consolida lo bonito de este trabajo. Y en los conciertos la verdad es que siento que es un momento muy bonito. Llevaba muchos años persiguiendo tener un concierto muy sólido, con muchas canciones que llegasen a la gente y tuviesen mucho ritmo, y justo ahora siento que sí, que de alguna manera se ha cumplido el deseo de tener un súper buen show, una banda que mola mucho y es lo que más me gusta de mi curro. Y poder compartir ese momento con algún invitado que esté ese día y compartir las canciones, la verdad es que eso es lo más guay.

¿Crees por ello que esta gira será especialmente cercana al público?

Sí, noto que la gente lo está sintiendo muy cercano. Hago una parte solo con guitarra y voz recordando muchas canciones antiguas y teniendo esos recuerdos vivos de aquellas canciones que hicimos en su día, y las traigo a la actualidad de una manera un poco distinta, hablando de ellas, de cómo surgieron, de hacia dónde iban… Y es un momento muy bonito. Sí que creo que, por cómo está la cosa, porque la gente está más cerquita, sentada con mascarilla… Sí son conciertos en los que notas a la gente muy cerca.

Estos días emprendes una gira llena de conciertos con una banda pequeñita, ideal para disfrutar el contacto íntimo con el público mientras se evitan las aglomeraciones. ¿Te agrada la idea de llevar tu música a rincones fuera de los circuitos, como Paredes de Nava?

¡Sí! Una de las cosas que hablamos mucho en estos días de conciertos es que estamos tocando, primero, en sitios que no son los habituales, y segundo, en enclaves que son bastante mágicos: hemos tocado en un castillo, en un pazo gallego…

Lugares muy peculiares y todos con un encanto súper especial. Se agradece que los ayuntamientos y los promotores hayan hecho un esfuerzo por hacer que los enclaves de los conciertos sean muy atractivos para que la gente vaya con otra predisposición. No solo hacer un concierto en una sala o un teatro, sino que de repente puedas ir a un pueblo muy bonito, visitar un pueblo, hacer algo de turismo también… Y ver un concierto en un enclave un poco especial. Y lo estamos agradeciendo.

Precisamente este concierto forma parte del festival Palencia Viva, que se extiende por toda la provincia con actuaciones en pueblos muy pequeños. ¿Crees que ha llegado la hora de abrir los circuitos de música en directo a la denominada España Vaciada?

Pues sí, mira. Mi amigo Funambulista hizo una gira hace un par de años, antes de la pandemia, que tenía que ver con esto y tuvo muy buena acogida. La idea me pareció muy interesante y la gente, cuando le acercas la música a sitios donde no están acostumbrados lo agradece mucho, suelen ser públicos que lo valoran: valoran que hayas ido hasta allí, que hayas viajado desde lejos y valoran el esfuerzo que hay detrás de cualquier tipo de gira, show, espectáculo de teatro o lo que sea.

¡Y mira! Me encantaría hacer una gira por sitios no tan conocidos, más pequeñitos, me lo pasaría súper bien, la verdad.

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