Carroza de Papá Noel en la CabalGaza 2022 de Palencia.

La CabalGaza transcurre sin incidentes y con la cara de asombro de los más pequeños en el primer acto multitudinario de las Navidades

Óscar Herrero

Él sabe de ellos, de los niños, y los ha mirado durante su paseo por la ciudad. Él todo lo apunta, Él todo lo ve. Él ha seguido todos sus pasos y sus gestos mientras saludaba con la mano. A Él nada se le escapa. Porque Papá Noel llegó a la ciudad. A Palencia.

Y lo ha hecho en el primer hito multitudinario de las Navidades de la capital palentina gracias a la CabalGaza que, después del parón por la pandemia, ha vuelto a organizar Leche Gaza para disfrute de los más pequeños que no han tenido que sufrir las bajas temperaturas de otros años para poder ver al destinatario de sus cartas con deseos. Y eso se ha notado también en la gran afluencia de público, de familias, a lo largo del recorrido.

Papá Noel, en una gran carroza de dos cuerpos cerraba un cortejo con el que recorrió el centro de Palencia. Desde Isaac Peral hasta la Plaza Mayor, donde se dirigió a los más pequeños de Palencia. “¿Pero es el Papá Noel de verdad?”, preguntaban algunos niños al verlo pasar en lo alto de su carroza tirada por unos renos luminosos. “Pues claro”, les contestaban sus padres ante la cara de incredulidad por su suerte de los niños que a duras penas sujetaban en su boca abierta la piruleta que acababan de recibir de los ayudantes de Santa Claus.

Porque la carroza del anciano enfundado en su traje rojo era la última, pero antes, hasta seis carrozas, grandes o pequeñas, habían hecho ya el recorrido. Desde el carrito con el globo de Gaza que encabezaba el desfile solo por detrás de la escolta policial a tan importante procesión, hasta un paso en el que viajaban personajes de cuentos como Maléfica, Lumiere y Ding Dong, y algunas princesas de Disney. Desde la ya tradicional orquesta de osos polares a la gran carroza con el nombre del patrocinador de la CabalGaza sobre la que viajaba la princesa Elsa de Frozen, acompañada de una vaca de Gaza y un muñeco de nieve que no tenía intención de parecerse a Olaf. Y para completar los prolegómenos, antes de la llegada de la carroza más esperada, un gran tren luminoso con más personajes de Disney y árbol de Navidad rodante.

A pie.

Eso sobre ruedas, porque acompañando a Papá Noel por las calles de Palencia, centenares de extras. Algunos pertenecientes a los clubes de gimnasia de Palencia recorrieron la ciudad realizando acrobacias. Otros eran grupos de ‘duendes’ bailando; además de renos, magos, hadas y otros personajes mágicos que repartían caramelos, piruletas y globos para deleite de los más pequeños.

Fuera de la organización, pero dentro del operativo para que todo discurriera sin ningún tipo de percances, como así se logró, según indicaron fuentes de la Policía Local de Palencia, participaron los propios agentes del cuerpo de Seguridad del Ayuntamiento, escoltando el desfile y cortando las calles anexas para dejar expedito el camino a Papá Noel, así como voluntarios de la agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Palencia y personal de limpieza de Urbaser.

Ahora solo queda esperar a que los niños que hoy miraban con asombro a Papá Noel, puedan disfrutar de sus regalos en apenas una semana. Pero para eso deben haber sido buenos. Porque como dice la canción… “Te observa cuando duermes, te mira al despertar; no intentes ocultarte de él; pues siempre te verá (…) Santa Claus llegó a la ciudad”.

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