Javier Cortes. Butaca del Cine

POR JAVIER CÁCERES HERRERO/ CINÉFILO

EL CLÁSICO ENTRE LOS CLÁSICOS

20.000 leguas de viaje submarino (1954)

“20.000 leguas de viaje submarino” cuenta la historia de una expedición de un buque americano, cuya misión es encontrar un “monstruo marino” que está atacando a todo aquel navío que se hace a la mar. Entre la tripulación, viaja un reputado biólogo, Pierre Arronax, junto con su ayudante y un experto arponero, Ned Land. Después de varias semanas persiguiendo la leyenda, son abordados por una extraña nave submarina que los hará prisioneros. El monstruo es en realidad el “Nautilus”, una obra de ingeniería única diseñada por el capitán Nemo, un misterioso hombre, con un pasado oscuro pero de brillante cabeza, que decidió dar la espalda al mundo y que clama por vengarse de todo lo que tenga que ver con el ser humano.
El éxito inmediato que tuvo “20000 leguas de viaje submarino”, se tradujo, por ejemplo, en dos premios Oscar: Mejor Dirección Artística y Mejores Efectos Especiales. No es de extrañar, viendo el aprovechamiento que hizo de los mismos el director Richard Fleischer. Entre dichos efectos, cabe destacar las escenas en las que los tripulantes del “Nautilus” salen a recolectar los frutos del fondo marino o como no, la lucha con el calamar gigante, que dicho sea de paso, hubo que repetir, puesto que en la primera toma, hecha en un atardecer, se podían ver los engranajes que movían los tentáculos del octópodo, por lo que se optó por rodarse bajo una impresionante tormenta.
Hay que saber, que este fue el primer largometraje de la factoría Disney, que tuvo personajes de carne y hueso y es bastante fiel a lo narrado por Verne en su libro, si exceptuamos el final, que no desvelaré para no hacer spoiler a quien aún no haya leído el manuscrito o visto el film. Bien podríamos decir que el capitán Nemo, interpretado magníficamente por el grandísimo actor británico James Mason -Con la muerte en los talones (1959)-, hoy en día encajaría a la perfección en una sociedad tan comprometida con este planeta llamado Tierra. Sus discursos de protección de la naturaleza y de la autodestrucción del ser humano -recordemos que el libro fue publicado en el año 1870- son tan proféticos, que parecen haberse cumplido en nuestros días. Se dice, que el personaje de Nemo fue autobiográfico, es decir, Julio Verne era la personalidad descrita con el capitán.
Del resto del reparto, hay que destacar a Kirk Douglas, dando vida al testarudo arponero Ned Land y que nos dejó escenas inolvidables con la encantadora foca “Esmeralda” y al oscarizado actor húngaro, Paul Lukas -Alarma en el Rhin (1943)-, interpretando al biólogo Pierre Arronax, que es además, el narrador de la historia.
Esto, queridos lectores, es una aventura de verdad, de las que enganchan a gente de todas las edades y que nunca pasan de moda. Difícilmente veremos hoy en día una obra tan maravillosa como este “Clásico”, uno más, para ver cualquier día y en cualquier época del año.

 

The Batman (2022)

Sinopsis:
En la noche de Halloween, el alcalde de Gotham City, es asesinado por un tipo que se hace llamar Enigma (Paul Dano). En la escena del crimen ha dejado un acertijo para Batman (Robert Pattison). El mensaje es el inicio de una escalada de asesinatos que van a asolar la ciudad. Entre el propio Batman y el comisario Gordon (Jeffrey Wright) tendrán que atrapar al misterioso asesino y para ello, tendrán que tratar con los más corruptos personajes en los suburbios de la ciudad.
Opinión:
Nuevo protagonista, Robert Pattison, nuevo traje, nuevos vehículos, nuevo director, Matt Reeves -Trilogía “El Planeta de los Simios-, para una nueva aventura en la gran pantalla del Caballero Oscuro. Estaba claro que las comparaciones, sobre todo con el Batman de Nolan, iban a ser inevitables. Habían surgido muchas dudas con Pattison, ¿sería capaz de estar a la altura de un personaje tan querido? Bien, todo se ha desvelado ya en las casi 3 horas de duración de esta entrega. Y aprueba con creces.
Reeves, se ha centrado en la faceta más humana de Bruce Wayne, trasmitiendo una imagen más atormentada del mismo, a pesar de tenerlo con el traje de superhéroe casi todo el largometraje. Robert Pattison, ya no es aquel jovencito pálido de la saga “Crepúsculo”, su carrera ha ido en ascenso, al igual que sus dotes interpretativas y así lo deja plasmado en esta, su primera interpretación de Wayne.
Por si fuera poco, los malos, han dado a la película un juego perfecto, con un Paul Dano que ha dejado una actuación como Enigma inolvidable. Al igual que un irreconocible -y deslenguado- Colin Farrell como “El Pingüino”, John Turturro como Falcone y una Zöe Kravitz, en el papel de Catwoman, que se compenetra muy bien  con Pattison.
Reeves le ha dado otro aire a Batman, incluyendo una banda sonora exquisita, en una atmósfera roja y negra, oscura, como debe ser y se ha ganado, con todos los derechos del mundo, el ser una de las mejores películas de superhéroes de la historia.
Lo mejor: Un guión muy bien estructurado, con unos secundarios que sobresalen.
Lo peor: 
Esperemos que en las próximas entregas, los diálogos sean hablados y no susurrados.
Puntuación: 8,5/10.

Un día (2017)

Sinopsis:
Un médico que va a recoger a su hija, se encuentra con un accidente en el trayecto. Para su desgracia, la niña ha sido atropellada en dicho accidente.
Sin saber porqué, despertará una y otra vez y tendrá la oportunidad de salvar a su pequeña.
En ese bucle temporal, entrará otro personaje que también ha perdido a su mujer en el mismo accidente. Entre ambos, tratarán de entender y solucionar lo que les está pasando. La respuesta, la tienen en un pasado no muy lejano.
Opinión:
No exagero si digo, que esta es otra joya más del cine coreano que tantas alegrías está dando últimamente, aunque al principio pueda parecer una especie de “Atrapado en el tiempo” (1993) pero sin Bill Murray. Lo cierto es que la historia, conforme va avanzando, destapa una idea muy buena, que es capaz de tener al espectador entregado a lo que está sucediendo en la pantalla. ¡Y tiene mérito! Los bucles en el tiempo, en el cine, no son nuevos, que se lo digan al Doctor Strange. Pero volviendo a nuestro film, Cho Sun-Ho se ha coronado con su primera película, para la cual también escribió el guión, sin hacer un abuso de tecnología y con un trasfondo de concienciación y escrúpulos, que no dudo, que a más de una y de uno, os va a impactar.
Lo mejor: 
No da respiro en ningún momento.
Lo peor:
Estira y repite en exceso los llamados “loop” temporales.
Puntuación: 8/10

El hombre del norte (2022)

Sinopsis:
Año 895 D.C., el pequeño heredero al trono Amleth (Alexander Skarsgård), ve como su padre, el rey Horvendill (Ethan Hawke) es asesinado, en un acto de traición y ambición por Fjölnir (Claes Bang), el hermano de éste. Obligado al destierro, Amleth, se jura a sí mismo vengar a su padre. Años más tarde y tras un encuentro con una hechicera que le anticipa su destino, regresará convertido en un poderoso guerrero para cumplir con la promesa que se hizo así mismo.
Opinión:
Vuelve Robert Eggers con su tercera película, alejado esta vez del cine independiente que le ha encumbrado -esta superproducción ha tenido una inversión de unos 90 millones de dólares- pero con el sello inconfundible y muy personal, que le ha convertido en un director imprescindible.
Se anunciaba como un baño de sangre, pero… honestamente, he visto cosas en el cine bastante más impactantes. Esta épica historia nórdica, en la que dicen, se inspiró Shakespeare para su “Hamlet”, no va en la línea de “Braveheart“ (1995). Hay que decir, para quien no conozca los anteriores trabajos de Eggers, que es un tipo que ama los detalles y el folklore de los lugares donde se centran sus historias, por encima de todo. Los trailers de sus obras, presentan un atractivo y atrayente conglomerado de imágenes, escogidas a conciencia para enganchar al espectador. Después, las películas, aunque son maravillosas -opinión personal-, suelen “decepcionar” un poco a cierto sector del público que se acerca a verlas, porque suelen ser de desarrollo lento.
Sea como sea, Eggers hace cine de culto, del bueno. Ver en sus proyecciones a la que se empieza a convertir en su musa, Anya Taylor Joy, es un lujazo. Y el resto del reparto, encabezado por el héroe Alexander Skarsgård, con un cuerpo moldeado al más puro estilo “300”, una desconocida Nicole Kidman -las operaciones están haciendo estragos en ella-, un impresionante Claes Bang, con un físico que nada tiene que envidiar al de Skarsgård, Willem Dafoe, Ethan Hawke, incluso a la mítica Björk -cantaban “Los Gandules” en su día: ¿qué estará haciendo Björk?… ¡ahora lo sabemos!- han hecho de “El hombre del norte”, un film que para los amantes del buen cine de épica, será un disfrute.
Lo mejor: 
La interpretación de Alexander Skarsgård, a la altura sin duda de lo que exige el personaje que interpreta.
Lo peor: 
Aunque este tipo de películas suelen ser de larga duración, con 90 o 100 hubieran bastado.
Puntuación: 8/10

Philomena (2013)

Sinopsis:
Philomena (Judy Dench) se queda embarazada siendo muy joven, motivo por el cual, es internada en un orfanato de monjas. Su hijo, será vendido en adopción a una familia. 50 años después de dar a luz, Philomena decide contárselo a su otra hija, la cual, se pone en contacto con un reputado periodista venido a menos, Martin Sixsmith (Steve Coogan), que aunque en principio no se muestra muy receptivo, pronto empezará a indagar en una escabrosa historia, para descubrir el paradero del hijo desaparecido.
Opinión:
Todo lo relacionado con temas eclesiásticos en el cine, suele ser objeto de polémica. Y el cine precisamente, ha descubierto infinidad de historias relacionadas con la iglesia, para bien y para mal. Esta es una de ellas. A estas alturas no vamos a descubrir a la gran Judi Dench, que en este caso, da vida a una mujer luchadora, atormentada por lo que sucedió en su juventud que cambió su vida.
Basada en hechos reales y en el libro “The Lost child of Philomena Lee”, el largometraje, que estuvo nominado al Oscar a Mejor Película, está dirigido por el veterano y laureado Stephen Frears -Las amistades peligrosas (1988); La Reina (2006)-, con la delicadeza que requiere la temática que nos narra. Además, consigue que los dos principales personajes, tan antagónicos en su manera de ver y entender la vida, se compenetren a la perfección.
El espectador lo va a notar y captar en seguida, por mucho que aparentemente, parezca un telefilm de sábado por la tarde. Valiosa lección final nos deja Philomena Lee, que hará que probablemente, se salte alguna lagrimilla.
Lo mejor:
Dentro del drama que se cuenta, se agradecen los matices de humor irónico que hay casi en cada conversación.
Lo peor:  
Descubrir otra historia, una más, donde malvados personajes se aprovechan de desfavorecidos sin ningún tipo de escrúpulo.
Puntuación: 8/10.

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