acb Photo / V. Quintana

EL conjunto palentino estuvo enganchado al partido hasta el último cuarto, donde de nuevo perdió ideas y acierto (80-88)

Día especial en el Pabellón. El comienzo de lo que debe ser una nueva época. Domingo y con la afición entregada y navideña. Y ante un entrenador, Fisac, al que este club le debe mucho, aunque no hubo ovación cerrada en su entrada.


Arrancó el Zunder con intensidad en defensa. Como quería Guil. Como exigía. Pero adelante, el equipo no acertaba a meterla. Imprecisiones en los pases, un aspecto a trabajar por el nuevo técnico, hicieron que los zaragozanos se marcharan inicialmente en el marcador.

Estadísticas del partido

Inicialmente, porque los palentinos lograron empatar a 9 en el marcado. Incluso ponerse por delante. Algo que erradicó Fisac pidiendo tiempo muero. Reacción de los maños que llevaron el marcador hasta los seis de ventaja, a base de defesas lindando con la ilegalidad. Pero el Zunder hoy se rehízo. 18-20 al final del primer cuarto, que acabó con un taponazo de Haarms a un tiro de tres.

Segundo cuarto

Mal arrancaron los palentinos el segundo cuarto. Con un McFadden imparable en la defensa, en ataque los tiros acababan en el hierro. Sin anotación en dos minutos, con tres intentos fallados y tres canastas rivales, Guil pidió tiempo muerto. Pero en el primer ataque de nuevo los palentinos perdieron el balón.

Suerte que Kamba, en la siguiente de tres, volvió a acercar a los suyos: 21-26.

Entonces se paró el partido. Una falta en ataque de los palentinos por mover el bloqueo y una posterior Antideportiva de McFadden a Franke, revisada durante varios minutos. Fue un punto de inflexión. A partir de entonces el Zunder se mostró más peleón. Se colocó a un punto. La lucha se llevaba a la guerrilla, con Chema por los suelos tratando de evitar que evitar que el balón se fuera. El pívot acabó siendo ovacionado por la afición cuando minutos después cometía su tercera falta. Para entonces, el marcador señalaba un 32-30  con un Benite muy acertado en el ataque.

Pero los visitantes no se quedaron atrás con sus lanzamientos de tres, lo que mantenía el encuentro muy abierto. Sin marcharse ninguno más allá de dos o tres puntos.

Y llegó otra mini desconexión de los palentinos, con dos ataques fallidos por pérdidas de balón. Esto dio cierto aire a los maños, que aprovecharon la mano de Yusta con tiros liberados para abrir hueco. 38-44 a falta de un minuto para el descanso, y Guil llamando a consultas a los suyos, sin lograr una reacción real. Al vestuario con el marcador de 40-46 y con 10 pérdidas de balón entre las huestes palentinas. Algo que sigue siendo la marca de la casa.

Tras el descanso.

Empezó robando un balón Pasečņiks, defendiendo bien Whittington , y provocando una lucha Van der Vuurst con posterior canasta… Y triple de Benite.  Estaba más metido en el partido el Zunder y eso le llevó a ponerse a solo un punto del rival, que necesitó dos minutos para encestar un tiro libre.

Fue entonces cuando Whittington, muy activo en defensa, volvió a robar un balón, asistió a Van der Vuurst para que este lanzara a la carrera un triple que puso por delante 51-49 a los locales ante el alboroto de las gradas y el tiempo muerto obligado de Fisac.

El técnico del Zaragoza sacó a cancha a McFadden, tratando de buscar una mayor intensidad visitante, especialmente con la tercera de Yusta, que pese a todo siguió en cancha y volvió a poner por delante al Zaragoza desde los 6,75.

Se ponía el Zunder por encima, pero no remataba. No lograba marcharse, como tampoco lo hacía el Zaragoza más allá de los tres puntos.

A tres se volvió a poner el Zunder tras dos muy buenas defensas y dos triples seguidos. 57-54. A cinco, tras dos tiros libres de Whittington. Presión en tras cuartos de cancha, algo poco visto en Palencia por Palencia.

Pero parecía que había miedo a marcharse en el marcador. Y de nuevo, por varios fallos en los ataques , malos pases y exceso de cele de los árbitros para pitar las faltas en contra del Zunder, y no a favor, volvieron a dar a los zaragozanos la ventaja. Cinco a favor de los locales, nueve en contra, alguna con 2+1 incluido.  A falta de dos minutos para acabar el cuarto, 59-62.

Tampoco estuvieron acertados en ataque los palentinos, desaprovechando la oportunidad de volverse a poner por delante. Y la tortilla se dio la vuelta, para acabar antes del decisivo último cuarto con cinco abajo. 61-66.

El final.

Hasta Vitoria, el Zunder hacía tiempo que no competía el último cuarto de verdad. Hoy en casa era el momento de demostrar que había esperanza.

Y arrancó bien en lo numérico. Apretando en defensa a los visitantes. Consiguiendo dos triples que acercaban un poco más la segunda victoria aún por detrás en el marcador.  67-68.

Pero el abuso del tres, sin acierto, volvió a pesar en las jugadas palentinas que vieron como el marcador volvía a ponerse en contra. Seis puntos por debajo. 67-73 a falta de algo más de seis minutos.

Y sin acierto ni siquiera debajo de la canasta, iba a ser complicado dar al vuelta al marcador. Ejemplo de ello fueron dos bandejas erradas por Whittington.

Con ocho abajo se llegó a la mitad del cuarto. Sin demasiadas ideas más allá de jugadas individuales. O los tiros lejanos de Van der Vuurst para colocar el marcador a 7.

Dijo Guil en su presentación que necesitaba que su equipo compitiera no 35 minutos, sino 40. Y de nuevo se volvió a quedar en esos 35 minutos. Porque la cabeza de los jugadores ya no funcionaba a partir de ese momento como equipo. Además, las decisiones arbitrales, como un martillo pilón, iban pesando también para desesperación local, cuando el marcador se puso, con una desventaja de nueve puntos a falta de dos minutos.

Al final 80-88, demasiada diferencia en el marcador para lo que se vio en la cancha.

Entre los palentinos, el mejor Van der Vuurst, con 22 de valoración y 24 de anotación.

Luis Guil (Zunder Palencia): “Este equipo tiene calidad y carácter para poder salir de la situación. Creo que estamos en el camino”

 

 

 

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