El ala-pívot de ‘Zunder Palencia’ se muestra confiado en su juego y afronta la recta final de la temporada dando lo mejor de sí mismo y luchando cada partido
Llevas 7 años, desde los 13, en España, fuera de casa. ¿Cómo se sobrelleva para una persona tan joven?
Bien, en el Real Madrid me recibieron muy bien, tanto el staff como los jugadores y los compañeros de fútbol con los que vivía en la residencia, al igual que los profesores del colegio, nadie me trataba como un extranjero, sino como uno más. Había una barrera al no saber comunicarme con ellos en español sino en inglés, pero poco a poco fui mejorando con el idioma y 7 años más tarde está todo bien. Sí que es verdad que al principio se echa a la familia de menos pero con los meses y los años se aprende a vivir solo, pero éramos 70 chavales más en la residencia que vivían igual, lejos de sus padres.
Que de tan pequeño te llame un equipo como el Real Madrid para formar parte de su plantilla tiene que requerir madurez para que no se suba a la cabeza de un chaval…
Sí, hay que madurar muy rápido, desde los 13 años noté un salto porque al final no tenía los mismos pensamientos que los niños de mi edad. Yo intenté que no se me fuera la cabeza.
Este pasado verano te fichó un ACB como el Lenovo Tenerife, pero pronto te cedió al Palencia como proceso de tu madurez como jugador, pero en una categoría inferior. ¿Eso puede frustrar a un jugador?
Soy joven, en esta etapa de mi carrera necesito minutos y madurar en el baloncesto, y yo creo que aquí he encontrado un sitio donde lo estoy haciendo, para poder dar el salto e intentar llegar a Tenerife sabiendo qué hacer.
En el Zunder Palencia te hemos visto en varias etapas. Una bastante buena al principio de la temporada, un cierto bajón de rendimiento e incluso hasta actitud en algunos partidos, y un nuevo renacer cuando se te ha dado minutos… ¿qué balance harías de tu temporada?
Es normal, siempre hay bajones, yo intento no tenerlos. Hay días que me puede salir muy bien, como al principio, el partido contra Valladolid. Pero hay bajones en la carrera.
¿El gran año de McGrew ha condicionado tu desarrollo o esto te ha exigido más para demostrar de lo que eres capaz?
Pelearme los minutos con Tanner es difícil, pero a la vez me prepara para ese salto a ACB. He madurado y aprendido a estar en el banquillo, a esperar a mi turno, porque no voy a llegar a ACB teniendo 20 minutos, tendré que pelearme con el compañero que esté en mi posición.
Llegas al final de la temporada en un gran momento, ¿qué puede esperar la afición palentina de Kostadinov estos partidos que quedan?
Me verá luchar, intentar rebotear lo máximo posible aunque no tengo la altura del pívot, pero el entrenador me pone de esa posición, hacer muchos mates que a la gente le gusta. Me verá estar dentro del partido y ganar.
Si el Palencia logra ascender a ACB, ¿dónde te gustaría jugar la temporada que viene, en el Lenovo Tenerife o en el Zunder Palencia?
A los palentinos les encanta el baloncesto, si me quedara aquí sería una temporada muy interesante después de haber ascendido.
Tu objetivo esta más allá de la ACB, porque te has presentado al Draft. Eso significa que tienes la mirada puesta en EEUU…
Sí, pero ahora me centraré en estos partidos que quedan y una vez acabe la temporada ya se verá.
MÁS PERSONAL
¿Cuál sería el regalo perfecto para ti? Este año sería acabar la temporada sin ninguna lesión porque llegamos al final y todo el mundo está cansado, y es muy fácil en un momento lesionarse.
¿Cuál es el deporte que peor se te da? El fútbol, aunque me gusta, pero en el campo libre no se me da muy bien.
¿Cuál es tu día favorito del año? Mi cumpleaños, despertarme sabiendo que no he tenido ningún problema grave en el último año.
¿Qué momento o experiencia de tu vida te gustaría repetir? La Final Four de Euroliga con el equipo de Junior de Real Madrid, que jugamos la final contra el Barça, fue un partido duro e igualado.
¿Qué es lo que te hace más feliz en tu día a día? Despertarme por la mañana y saber que a lo largo del día voy a hacer lo mismo, que no vaya a haber ningún cambio en el entrenamiento.
¿Hay algo que siempre te acompaña en los lugares donde has vivido? No, nunca he tenido amuleto ni nada que lleve a todos los lados.
