Paco Santos, escritor de 'El mérito de ser detective y no fumar'

Charlamos con Paco Santos, el autor de ‘El mérito de ser detective y no fumar’ (Editorial SG, 2021), que prepara ya su próxima publicación

Por Luis M. Rivas Cilleros

Una mesa. Dos torres de libros en una alineación perfecta, un café recién hecho, un enorme ventanal, el de la Librería Ateneo, ni rastro de tabaco, ni de puros…y Paco Santos sentado en una silla, presto a responder. En una mano, una pipa, que se ha hecho compañera de fatigas en las presentaciones de su novela El mérito de ser detective y no fumar (Editorial SG). Juega con ella mientras habla. Lo hace lentamente, sin prisa.

No es que mastique las respuestas pero sí que se toma su tiempo para contestar. Desgrana parte de la historia, ahonda en los personajes y da algunas claves sin sobrepasar la línea de lo comercialmente asumible: es decir, sin hablar más de la cuenta. Si se descubre el pastel, no hay lectura. Comprensible. Paco Santos estuvo en Palencia con motivo del Día del Libro y dedicó unos minutos a conversar con Paco Magazine.

¿Fuma?

No, no fumo. Un pequeño periodo de mi vida, en pipa, sí pero hasta ahí.

No fuma usted, pero alguno de sus personajes algo sí que fuman. Un librero peculiar que disfruta los habanos mientras sobrevive en algo que en su día fue una librería, un aprendiz de detective que no toca un cigarro y que, si acepta encargos, es para tener la sensación de que hace algo con su vida, y un detective que sí que da alguna que otra calada… Y que no duda en utilizar a todos para alcanzar sus objetivos…

(Sonríe y asiente. Se mantiene expectante).

 ¿Cómo conseguimos mezclar tres personajes tan diversos, con una perspectiva vital tan diferente? Un gerente de una agencia de detectives que ha heredado, un ni-ni (o como lo queramos denominar, puede servirnos un ‘mantenido) de muchos años metido a detective pero que no quiere ser detective y un librero que vive en su particular mundo reducido a apenas unos metros cuadrados, los que ocupa su cochambrosa librería que le sirve de vivienda (su trastienda), al que le encanta hacer de detective.

Tienen en común y quizá yo mismo y quizá los lectores, el humo. El humo en un sentido metafórico. El que va flotando en la historia, el que alude a la propia naturaleza de las palabras, de los libros. Como en varias ocasiones se comenta en la novela, están condenados a arder. Todas las palabras, todas las historias se consumen son pequeños fuegos. Por ahí llevo la novela.

El peso de El mérito de ser detective y no fumar lo lleva León y le come terreno Narcís a medida que transcurre la historia. Esa es mi sensación al leerla. ¿Me equivoco?

No hay nada programado. Cuando escribo no tengo diagramas, no tengo planes y tengo la historia en la cabeza. Una frase inicial y casi diría que una final. El personaje carismático de la novela es Narcís. Es el personaje carismático por sus propias peculiaridades, que lo hacen simpático. En Narcís se sintetiza todo lo que la novela quiere contar. La metáfora a la que he aludido antes del humo y de los libros. Transitas por distintos escenarios, por distintos personajes.

¿Cómo un puro puede dar pie a una historia, cómo un puro puede dar tanto de sí? Mira que da vueltas el habano y la vitola… No habla, pero es un protagonista indudable.

Por supuesto. Es un símbolo en la novela. Algo más de lo que en principio es. En una capa superficial es una historia de detectives, clásica, pero hay otras capas en la novela, que son la reflexión sobre la naturaleza de la lengua, una declaración de amor por los libros, qué es lo que significa leer, qué es la palabra para lectores.

Hablando de libros. Narcís vive para vender libros (lo que le queda de lo que un día fue una floreciente librería), pero cada vez que se desprende de uno, sufre un desasosiego extraordinario, una pena difícilmente aplacable. ¿Le ha ocurrido a usted al terminar la novela?

Cuando terminé esta novela sentí placer. Es una novela de la que me siento, con humildad lo digo, de la que me siento satisfecho, dentro siempre de la prudencia y la autocrítica. Para mi compartir la historia con los demás es una sensación maravillosa. Con respecto a los personajes me quedan sentimientos agridulces. No me interesan las novelas de un solo tono. Apuesto por los matices a medida que degustas la historia.

Para matiz, el que aporta Atanase. Habla poco, pero sus apariciones con estelares. Un secundario de lujo.

Atanase es un personaje con una apariencia de gigante temible, dado su oficio, pero es sin duda el más tierno, el que más ternura y más incógnitas me despierta. Si imaginara una continuación de este libro sería el personaje que más juego daría.

Y qué me cuenta de Rodrigo. Un Maquiavelo en toda regla… ¿Qué función desempeña a la hora de marcar el presente de su hermanastro y la puerta que le abre con el encargo que le hace?

Es absolutamente manipulador. No tiene interés en ayudar a su hermanastro. Solo le interesan sus tejemanejes. Sería el personaje despreciable. Estoy insistiendo en estas etiquetas en los personajes no por casualidad, porque precisamente es un homenaje a la novela negra y una de las características es funcionar con arquetipos. Mi objetivo era usar los clichés y darle la vuelta.

¿León Hormiga empieza siendo hormiga y acaba siendo león?

Evoluciona. León Hormiga no tendría intención de ser león, no aspira a ser lo que es su hermanastro. Lo que aspira es a dejar de ser un fantasma. En varias ocasiones se percibe como un don nadie. Lo que consigue al final de la novela es sentirse por primera vez alguien. Muchas veces para ser alguien, para sentirte alguien, tienes que presentar un personaje.

A todo esto, la entrevista llega a su fin. Es como si se nos hubiera acabado el puro, solo queda la ceniza y el inconfundible olor que deja el tabaco al arder… Como las palabras, como las historias.

Muchas gracias por dedicar a la revista PaCO su tiempo y a Ateneo Librería & Café  por acogernos. Esperamos verle muy pronto por Palencia con novedades literarias bajo el brazo.

Sobre el libro

  • ‘El mérito de ser detective y no fumar’ | Paco Santos. Editorial SG (2021).
  • Género policíaco y de misterio.
  • 210 páginas.
  • Sinopsis: Esta historia ha sido escrita en el humo; una larga bocanada que comienza con la primera fuma tabaquera de un europeo, Rodrigo de Jerez, allá por noviembre de 1492, y que envuelve en sus círculos concéntricos a Francisco de Goya y a la Duquesa de Alba, al empresario don Jaime Partagás y Ravell, misteriosamente asesinado una noche de julio de 1868 en sus plantaciones de Vuelta Abajo (Cuba), a un clan de mafiosos neoyorquinos, y a los amigos León Hormiga y Narcís, nacidos ambos para perder, y que se verán inmersos en el humo de los habanos y de la pólvora, decididos a vivir una aventura digna de las mejores novelas de detectives.
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